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Se cumplen 37 años del primer bastón presidencial con la firma de Pallarols 

HISTORIA. Comenzó con la tradición en 1983 con la asunción de Raúl Alfonsín y siguió de forma ininterrumpida. El platero graba sus obras con las iniciales de Lomas de Zamora, ciudad que lo vio crecer. 

El platero lomense y Alfonsín en el regreso de la democracia

El platero lomense y Alfonsín, en el regreso de la democracia.

El nombre de Juan Carlos Pallarols resuena cada 10 de diciembre, fecha histórica de asunciones de presidentes que reciben el bastón presidencial, que lleva las siglas LZ -por Lomas de Zamora- y el escudo del Municipio, como firma personal, en honor a la ciudad que lo vio crecer. Hoy se cumplen 37 años de la entrega del bastón a Raúl Alfonsín, el primero con su firma, y así siguió una tradición ininterrumpida que se mantiene vigente. 

Pallarols pertenece a una familia marcada y reconocida por dedicarse al oficio de la platería desde hace muchas décadas. "Esta labor la llevo adelante desde 1983 de forma ininterrumpida con la firma Pallarols, aunque en 1973 también hice el bastón para la tercera presidencia de Perón", dijo el platero.

Durante muchos años, el bastón de mando estaba construido a base de caña de malaca (caña maciza sin nudos) y oro, con un estilo neoclásico, pero sin un símbolo que representara al país. Es por eso que Juan Carlos decidió confeccionar, en 1983, uno hecho de plata y urunday, una madera noble: "En la descripción del bastón reza que el presidente que lo utilice tenga las condiciones y características de la madera: que sea recto, brillante por su talento, sin torcerse y sin corromperse".

"En todas mis obras dispersas por todo el mundo, las cuales realicé desde mis 13 años hasta ahora, se verá punzada la emblemática sigla LZ y el escudo de la ciudad", contó acerca de la insignia que lo representa. "Por varias generaciones y por tradición de mi abuelo y mi padre, en las obras se utilizaban las dedicatorias con inscripciones en latín y se escribía de forma tal que parecía que la pieza fuera la que se expresaba", explicó Pallarols sobre las frases que se vislumbraban en los diferentes trabajos.

Desde la vuelta de la democracia con Raúl Alfonsín, prácticamente todos los presidentes lo visitaron.

Uno de los lugares preferidos en el mundo para Pallarols es, sin lugar a duda, su taller, testigo silencioso de cada trabajo llevado a cabo con dedicación y empeño por el platero.

Por el taller pasaron muchas celebridades, ya sean del país o internacionales: Juan Manuel Serrat, la Reina Máxima de Holanda y el pasado Rey de España, Juan Carlos.

Rápidamente agregó que, desde la vuelta de la democracia con Raúl Alfonsín, prácticamente todos los presidentes lo visitaron. "Fueron tantas las celebridades, pasó el tiempo y ahora vendrán otros", aseguró.

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