Cumplió 101 años y lo festejó en familia: "Es un regalo de Dios"

EJEMPLO. María Blotta nació en Italia, pero llegó al país en 1933 por la guerra. Vive en Temperley y celebró con sus seres queridos, que la definen como "una gran consejera".

María festejó su cumpleaños rodeada de amor y afecto por parte de su familia

María festejó su cumpleaños rodeada de amor y afecto por parte de su familia.

Un ejemplo de superación y adaptación. La lomense María Blotta cumplió el viernes 101 años y lo celebró el domingo junto a sus seres queridos, en un almuerzo lleno de alegría y emoción. La vecina, que vive en Temperley, llegó desde su Italia natal y adoptó a Argentina como su casa: formó una numerosa familia y su presencia es fundamental: es, aseguran, una gran consejera.

Ana Mordasini, hija de María, contó que su madre nació el 14 de febrero de 1924 en Oriolo, Italia, y llegó a Argentina en barco en 1933 como consecuencia de las complejas secuelas que dejó la Primera Guerra Mundial. 

"Su padre, es decir mi abuelo, había peleado en el conflicto bélico como soldado. Como ya había rumores de una Segunda Guerra Mundial, decidió emigrar a este país y, a los años, se pudo traer a su familia", explicó.

Y detalló: "De adolescente, mi madre era una gran bailarina de tango, le encantaba el género argentino y asistía a muchas milongas que se hacían en Lomas. Fue en uno de esos bailes donde conoció a mi papá, con quien se casó en 1944".

Ya con una familia formada y radicada en Temperley, Blotta se dedicó al cuidado de sus hijos (Ana, Carlos y Jorge) ya las manualidades en el hogar, destacándose en el tejido y la costura gracias a "una gran creatividad".

"Mi mamá tiene un humor muy particular: siempre está alegre, cantando o charlando de la vida con una increíble predisposición. Siempre fue una gran consejera y lo sigue siendo con las nuevas generaciones de la familia", reveló su hija, con profunda emoción. 

Mi mamá tiene un humor muy particular: siempre está alegre, cantando o charlando de la vida con una increíble predisposición. Siempre fue una gran consejera y lo sigue siendo con las nuevas generaciones de la familia.

Lo cierto es que ayer al mediodía, María celebró sus 101 años rodeada de afecto y la presencia de sus tres hijos, sus ocho nietos y sus 15 bisnietos, además de familiares y amigos. 

"Su presencia y su entereza, sin lugar a dudas, es un regalo de Dios. Ella es un ejemplo y un pilar para todos nosotros, con una palabra justa te da el aliento necesario para cada día. Ojalá podamos disfrutarla muchos años más, ese es el deseo", concluyó Ana.