De las primeras farmacias a la sala Ricci: la medicina en Banfield
HISTORIA LOCAL. Cuando no había médicos (porque vivían en la ciudad) los farmacéuticos se ocupaban de los pacientes, e incluso hacían cirugías en casos de emergencia.
En toda comunidad, la educación y la salud pública son claves. Por eso, esta semana me gustaría repasar la historia de una sala de primeros auxilios de vital importancia para Banfield, mi barrio de toda la vida: la sala Doctor Manuel Ricci.
Con la llegada del ferrocarril en 1873 y la epidemia de fiebre amarilla que asolaba Buenos Aires desde 1871, comenzó la migración hacia las quintas del sur, buscando escapar de la peste. Más temprano que tarde, el crecimiento poblacional de estos suburbios bonaerenses hizo que creciera la demanda de centros médicos.
Lomas tuvo su primer profesional de la salud en el doctor José Antonio Lazarte, que atendía en épocas de verano, volviéndose en invierno a la gran ciudad. En 1885 ya existían dos farmacias en Lomas: una ubicada en la avenida Rodríguez (hoy Hipólito Yrigoyen) frente a la Plaza Grigera, y otra en la esquina de Alem y Laprida. Allí atendían (con suerte) algunos médicos. Cuando no había ninguno, los farmacéuticos se ocupaban de los pacientes, y llevaban adelante incluso cirugías en casos de emergencia.
Hasta 1890 no hubo odontólogos: en esa época, los dolores de muelas eran atendidos por los barberos.
Con cada vez más población, Lomas estaba necesitando un hospital y en 1906 se inauguró el Hospital Luisa C. de Gandulfo. ¿En Banfield? En 1922 comenzó a funcionar una salita de Primeros Auxilios en un pequeño local al fondo de la farmacia Saibene, que funciona en la esquina de Maipú y Alsina desde 1897.
La sala de Primeros Auxilios Ricci recién comenzó a funcionar con edificio propio el 15 de enero de 1928. Se le puso el nombre de quien fuera su primer director, Manuel Ricci. Se trató de un gran profesional, vecino ilustre e intendente municipal de Lomas de Zamora en 1929. Su casa aún está en pie en la calle Talcahuano, a metros de la avenida Alsina.
La compra de un amplio terreno, limitado por las calles Maipú y Viamonte, hizo que rápidamente se iniciara la obra. El edificio original se amplió unos años más tarde para atender la creciente demanda de pacientes, completando la ochava y abriéndose un nuevo acceso al público por Maipú. Por el lateral se hizo el ingreso vehicular y otras dependencias de servicio.
La primera ambulancia que prestó servicios fue de tracción a sangre y fue cedida por el Hospital Gandulfo, a la que hubo que poner en condiciones porque estaba fuera de servicio.
Hoy la salita Ricci sigue siendo una referencia para miles de banfileños. En fin, amigos, la salud es de las cosas más importantes de la vida. Y vale cualquier excusa para cuidarla. Hasta la semana que viene.