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Miles de familias no llegan a fin de mes por los tarifazos

sobrevivir en la era milei. El costo del conjunto de servicios públicos (gas, agua, transporte, electricidad) creció 370% (según IIEP-UBA), muy por arriba de la inflación y los salarios.

El último dato del índice general de precios para octubre evidenció una desaceleración de la inflación vinculada a la fuerte contracción del consumo de bienes esenciales, que cayó 20,4% ese mes. Sin embargo, el rubro "Vivienda y servicios" (electricidad, agua, gas) volvió a encabezar las subas por tercer mes consecutivo con impacto de los recortes de subsidios y el alza tarifaria. En tal escenario, los gastos fijos aumentaron su peso en las economías domésticas, dando cuenta de lo que realmente sucede con el costo de vida de las familias argentinas. 

Mientras se desacelera la inflación (2,7% mensual en octubre) el consumo no repunta compensando, en parte, los aumentos de tarifas en el bolsillo de las y los trabajadores. Tal como sucedió a lo largo del año, en noviembre volvieron a aumentar las tarifas de la electricidad (+2,5%) y de gas (+2,7%) dando lugar a un escenario donde, desde diciembre del año pasado al presente, el costo del conjunto de servicios públicos (gas, agua, transporte, electricidad) creció 370% (IIEP-UBA), muy por arriba de la inflación y los salarios, multiplicando por dos el peso en el ingreso promedio el hogar.

A su vez, en un contexto que combina aumentos sostenidos de tarifas, desigualdades regionales y decisiones políticas que afectan el día a día de la población, la necesidad de planificación en el sector de servicios y energético en particular vuelve a estar sobre la mesa, mientras crece la preocupación por la suspensión de inversiones que podrían agravar las interrupciones del servicio en el verano. 

La inflación de servicios sigue en alza. El rubro "Vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles" del índice de Precios al Consumidor que releva el INDEC, fue el de mayor impacto en octubre (+5,4%), encabezando los rubros de más incremento en la segunda mitad del año y tras picos de dos dígitos entre enero y abril. Con respecto al mismo mes de 2023 creció 286%, superando ampliamente al nivel general (+193%). 

Al respecto, un informe de la consultora Empiria sostuvo que el continuo deterioro del consumo masivo se vincula con que, si bien los salarios recuperaron algunos meses parte lo perdido desde la mega devaluación de diciembre, el ingreso disponible de las familias sigue para atrás afectado por el mayor peso de los gastos fijos. En lo concreto, esos gastos que abarcan servicios indispensables como el transporte, energía, agua, gas pasaron de representar el 15,6% al 22,7% de la canasta familiar. Calculando ingresos menos gastos fijos la pérdida real (considerando inflación) de lo disponible se ubicaría en 14,5% entre noviembre 2023 y septiembre 2024, impactando directamente en el consumo masivo de la población.