El desafío de los profes de música en la virtualidad
Gajes del oficio . En las escuelas, en los conservatorios y hasta en forma particular hay docentes que se dedican a enseñar este hermoso arte.
Enseñar música o el instrumento que sea en formato virtual no es nada sencillo, pero la vocación puede más.
De esta forma miles de docentes de este hermoso arte encararon su oficio en días de cuarentena y aislamiento social, a la espera de encontrarse cara a cara con sus discípulos.
Por suerte, Música en una asignatura que está en todos los niveles educativos. Desde el nivel inicial, con algunas de las canciones de los Canticuenticos, como el chamamé "El mamboretá", mi preferida, pasando por la Primeria y llegando a la Secundaria, donde incluso ya hay algunos alumnos que son músicos hechos y derechos.
Lo teórico puede transmitirse con mayor facilidad, pero a veces la práctica y temible delay hace que tocar juntos y la distancia no sea tan fácil.
Superlógico que están los docentes de los conservatorios, como el Julián Aguirre, y otras casas de altos estudios musicales que tuvieron que ingeniárselas para dar clases este año y de un modo nada convencional.
Ni hablar de los docentes particulares de canto y de distintos instrumentos, que dan clases en sus casas o en la de sus alumnos, y en centros culturales o espacios independientes, que le pusieron toda la onda en este año.
Además, todos se transformaron en editores de audio y sonido para poder ensamblar las partes tocadas de sus alumnos y para reemplazar los ensayos grupales. Incluso los coros tuvieron que meterse en esta aventura.
Este domingo es el Día de la Música, porque en 1594, el Papa Gregorio XIII nombró a Cecilia como patrona de todos los músicos y los homenajes no tardaron en aparecer. Desde entonces, y de distintas maneras, todos los 22 de noviembre se realiza esta celebración.
Y claro, no hay música sin quien alguien la enseñe.