Billie Holiday: la dura y agitada vida de la "Lady Jazz"

Mundos personales. La cantante fue una de las mejores voces del género durante el Siglo XX. Tuvo una infancia complicada y partió con apenas 44 años. 

La cantante en su juventud

La cantante, en su juventud.

"Cuando se es pobre, se crece deprisa", señaló en una oportunidad Billie Holiday, en un clara reflexión autorreferencial, y su madurez repentina y casi obligada fue en paralelo y tan veloz con la irrupción de su talento en la escena del jazz a partir de la década del '30.

Esta genial vocalista, que está en el Olimpo de sólo habita un grupo selecto de cantantes de jazz como Sarah Vaughan y Ella Fitzgerald, llegó a este mundo como Eleanora Fagan en Filadelfia el 7 de abril de 1915 y falleció el 17 de julio de 1959, hace 65 años. 

Quedó huérfana desde temprana edad y en una seguidilla de hechos aberrantes fue violada a los diez años y con doce ya empezó a prostituirse, por lo que estuvo cuatro meses tras las rejas.

"Fue un milagro que mamá, Sadie Fagan, no fuera a parar al correccional y yo al reformatorio. Pero ella me quiso desde el mismo instante en que notó en su vientre un suave puntapié mientras fregaba suelos. Se presentó en el hospital e hizo un trato con la directora: para pagar su estancia y la mía se ofreció a fregar los suelos y atender a las demás mujeres que esperaban tener a sus hijos. Trato hecho: mamá tenía 13 años ese miércoles 7 de abril de 1915 cuando yo nací en Baltimore", admitió.

Su destino comenzó a torcerse a partir de su participación en un casting para un trabajo como bailarina en el Pod's & Jerry's, donde, tras un estrepitoso fracaso, el pianista del local la invitó a cantar, lo cual permitió que el crítico y productor John Hammond encontrase en ella unas extraordinarias cualidades vocales, a pesar de su nula formación académica.

Fue precisamente Hammond quien le consiguió a la joven promesa que grabara su primer disco junto al mítico clarinetista Benny Goodman cuando la cantante tenía sólo dieciocho años. Tras esta grabación, le llegó a Holiday una época de grandes éxitos, durante la cual actuó con artistas de la valía de Teddy Wilson y Lester Young, con quien realizó algunas de sus mejores grabaciones, William Count Basie o Artie Shaw.

En 1935 hizo su presentación en el Teatro Apollo y apareció interpretando un tema en el cortometraje musical "Symphony in black" junto a Duke Ellington. Una joven e ilusionada Billie recorrería los teatros de la ciudad actuando con diferentes bandas. Precisamente junto a una de ellas, conoció al saxo tenor Lester Young, aquel que sería casi un hermano para ella.

Se casó en 1941 con el trompetista Jimmy Monroe cuando su carrera en alza, mientras que lograba cantar con Louis Armstrong y llenó locales en todo Estados Unidos aunque su voz comenzó a mostrar los síntomas de algunos de sus vicios. En 1957 volvió a contraer matrimonio, esta vez con Louis McKay.

El tema "Strange Fruit" fue considerado como la mejor canción del Siglo XX, por la revista Time en 1999 y su particular timbre de voz y su libertad rítmica hicieron de ella una de las cantantes más personales e influyentes del mundo del jazz.

A pesar de tener viento a favor, Billie Holiday no supo asimilar el furor que giraba en torno a su figura, por lo que cayó en el exceso de las drogas y alcohol y así poco a poco entró en un proceso de decadencia artística, al que se sumó una desafortunada vida sentimental que la condujo a una profunda depresión.

"Lady Day", como la apodó su amigo Lester Young, falleció el 17 de julio de 1959 a los 44 años por cirrosis hepática en el Metropolitan Hospital de Nueva York, mientras estaba arrestada por posesión de estupefacientes. Tenía 70 centavos de dólar en el banco.

Su autobiografía, "Lady Sings the Blues" , publicada en 1956, inspiró en 1972 una película interpretada por su colega Diana Ross.

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