Después de 15 años renuevan por completo las instalaciones del Hogar Pereyra
Banfield. Las obras se realizan gracias al aporte de una mujer que organizó una colecta para ayudar a la institución donde vivieron sus hijos y de la Secretaría de Niñez de la Nación.
El Hogar Pereyra de Banfield vive revolucionado por estos días. Hay albañiles por todos lados. Algunos pican paredes, otros construyen un baño y la mayoría se enfoca en la zona del comedor, donde se están haciendo los arreglos más importantes. Después de 15 años, en la antigua casona de Alvear al 920, comenzaron a realizarse obras para darles mayores comodidades los 35 chicos que conviven allí momentáneamente.
El proyecto se está llevando acabo a partir de dos aportes muy importantes: uno de la Secretaría Nacional de Niñez y Adolescencia, y otro de María Emilia Rossi y sus hijos, Braian y Alan, que vivieron en el hogar. Los tres, para celebrar los 15 años desde que se transformaron en familia, organizaron una colecta en redes sociales para ayudar a la institución. Y en dos tandas recaudaron $537 mil. Un éxito.
"A lo que apostamos es que el Hogar tenga una atmósfera hogareña donde los chicos están como en la casa de cualquier familia: con su living, su sillón, su espacio para hacer las tareas, un lugar para jugar, no que se mezcle todas las actividades en un solo ambiente sin tener pautas. Entonces estamos optimizando los lugares", contó Antonio Dell Elce, director de la entidad en diálogo con La Unión.
Al estar emplazado en una de las casonas más antiguas de Lomas, el espacio desde hace tiempo necesitaba una renovación. Había paredes con humedad, sectores en mal estado, parte del cielorraso rajado. Todo eso necesitaba una lavada de cara. Y hoy se está haciendo. También se va poner a punto el área de maternal, un aula taller, la cocina, los baños y el patio, así como el comedor donde se instalará un living y una juegoteca.
Ese lugar, que antes no era más que una amplia sala, con ventanas, un televisor, colchonetas, mesas y pupitres, se convertirá en algo totalmente distinto. "El comedor va a estar dividido en un sector donde se va a comer, otro donde habrá un living para mirar televisión o realizar proyectos pedagógicos, y también se instalará una juegoteca", explicó Dell Elce.
El cambio será radical, de 180 grados.
La idea original era ponerle lindo, pero después nos dimos cuenta que le faltaban muchas cosas más importantes
Para eso fue crucial el aporte de María Emilia y sus hijos. En realidad, nunca habían pensado encarar un proyecto así, pero el éxito de la colecta los empujó a ir por más. "Pensábamos recaudar $20 mil, para comprar leches y pañales, pero al primer día ya habíamos juntado $50 mil y ahí me puse en contacto con Tony (Antonio Dell Elce)", explicó María Emilia.
Automáticamente, el plan cambió. Se pusieron a pensar cómo embellecer la sala de juegos. María Emilia quería invertir todo el dinero que habían juntado en muebles, mesas, alfombras, un microcine, una sala de lectura y de esparcimiento, un apartado del comedor diario, una tele más grande. Compró un televisor de 60 pulgadas a $55 mil pero lo demás no.
"La idea original era ponerle lindo, pero después nos dimos cuenta que le faltaban muchas cosas más importantes. Era medio boludo ponerle alfombra a un lugar que se le está por caer el cielorraso", reconoció
Entonces consultaron a un arquitecto para que los oriente en un proyecto de remodelación del espacio. Lo pensaron como un lugar más interactivo, cercano y cálido. Evalentonada por ese proyecto más grande, María Emilia lanzó una segunda colecta y en menos de una semana juntó $158 mil.
Compró diez silloncitos para los chicos, seis puff grandes, dos mesas pizarrón con banquitos, cuatro mesas infantiles con sillas, cuatro alfombras de goma y veinte almohadones (cuatro fueron de regalo). Aún le queda dinero disponible en la cuenta. Ahora planea completar el presupuesto en láminas para decorar las paredes, sábanas de personajes infantiles y cajones con ruedas para guardar los juguetes.
El nuevo espacio será otra cosa. "La verdad que es muy completo el proyecto", apuntó Dell Elce.
Las obras, se estima, estarán terminadas en algunas semanas, y Braian y Alan volverán al Hogar después de 15 años para ver cómo quedó todo. "Cuando eran chicos no se les cruzaba por la cabeza volver, pero ahora tienen ganas de ir a visitar", explicó Emilia.