La felicidad de Walter Perazzo tras un nuevo triunfo de Temperley
declaraciones. El DT del Gasolero celebró los tres puntos logrados ante Brown de Adrogué para afianzarse en los primeros puestos de la Primera Nacional.
Temperley está de racha y el sábado, con el triunfo por 1-0 ante Brown de Adrogué por la fecha 22, consiguió su tercera victoria en fila para prenderse en la pelota de arriba de la zona B de la Primera Nacional.
Por eso, luego del encuentro, el entrenador Walter Perazzo no ocultó su felicidad por el objetivo cumplido ante el Tricolor, ya que con estos tres puntos el equipo consiguió el desafío que se propuso tras la derrota ante Nueva Chicago: ganar los tres partidos seguidos en el estadio Alfredo Beranger.
Y eso, con autoridad, el equipo lo cumplió: 3-0 ante Deportivo Morón, 1-0 ante Quilmes y 1-0 ante Tricolor para llegar a las 32 unidades y meterse en zona de Reducido.
"Nuestro anhelo era ganar estos tres partidos que teníamos de local, sabíamos que no era fácil, pero lo queríamos lograr porque es lo que nos iba a permitir posicionarnos en los puestos de arriba. Por suerte se logró", remarcó el DT de Temperley en conferencia de prensa.
Estos tres partidos de local le permitieron al Gasolero consolidar su fortaleza en el Teatro de Turdera, una de las prioridades que se propuso Perazzo cuando asumió tras la salida de Pablo Frontini y el interinato de Mariano Campodónico. Y los números son claros: ganó cuatro de los cinco partidos que disputó en su estadio.
Sin embargo, a Temperley no le resultó sencillo el último partido ante Brown, más allá de que jugó gran parte del encuentro con uno más por la expulsión de Nahuel Pereyra. Y el que lo explicó con claridad por el exgoleador de Boca y San Lorenzo.
"Del partido se puede hacer dos análisis. Uno, cuando éramos 11 contra 11, y otro, cuando fuimos 11 contra 10", arrancó, claro y contundente.
Y avanzó: "Cuando estuvimos 11 contra 11 se vio lo mejor nuestro, ya que manejamos la pelota y generamos muchas situaciones ante un rival que tampoco nos inquietó. Y después, luego de la expulsión de Pereyra, creo que confundimos los caminos, empezamos a jugar acelerados y comenzamos a desordenarnos".
El entrenador no dio vueltas y mostró su disconformidad por los que fueron los últimos minutos del primer tiempo, en los que Brown, en un contragolpe, estuvo cerca de abrir el marcador, algo que hubiese complicado mucho los planes de su equipo. Por eso, en el entretiempo, fue claro en el pedido a sus jugadores: orden.
"La prioridad es el orden y a partir de ahí se busca generar juego porque para atacar bien, hay que defenderse bien. Lo importante era estar ordenados para que no nos agarren mal parados como en la última jugada del primer tiempo", recalcó.
En ese sentido, el DT de Temperley fue por más y concluyó: "Cuando un equipo se queda con un jugador menos se dedica a defender y cuando hay nueve jugadores en funciones defensivas, es difícil encontrar espacios. Por eso, en ese momento, es clave tener paciencia y tener variantes, eso es lo que buscó el equipo en segundo tiempo".