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Se cumplen 10 años de un ascenso que marcó a fuego a Temperley

GRAN LOGRO. Hace una década el Gasolero vencía a Platense en una final para el infarto y conseguía un logro tras 15 años de sequía para comenzar a escribir un momento dorado del club.

En la madrugada del 9 de junio del 2014, Temperley rompió una sequía de 15 años sin poder festejar en una definición para el infarto ante Platense y consiguió un ascenso a la Primera Nacional que dio inicio a una de las eras más importantes de la institución en toda su vida.

Fue una final que quedó grabada para siempre en el recuerdo de los hinchas. Y es que tras perder el primer encuentro por 1-0 en Vicente López, el equipo que dirigía Ricardo Rezza salió al césped del estadio Alfredo Beranger con la obligación de ganar, por lo menos, por 1-0 para estirar la definición a los penales.

Sin embargo, ese gol se hizo desear más de la cuenta. Los minutos pasaban, el nerviosismo crecía y el cerrojo defensivo planteado por el Calamar parecía irrompible. Rezza, sabiendo que el reloj comenzaba a ser un enemigo, metió cambios ofensivos para ir por el triunfo. Primero metió a Gastón Corado, después ingresó Cristian Quiñónez y el último fue Ariel Rojas, quien tenía 20 años en ese momento, estaba jugando sus primeros partidos en primera y tuvo su noche soñada, inmortalizándolo para siempre en la memoria de la familia del Gasolero.

Y es que el pibe formado en el club, a los 45 minutos del segundo tiempo, cuando la pelota quemaba y todo era tensión, tuvo su momento de gloria y ese nerviosismo lo transformó en euforia con un gol de los más gritado por las calles de Turdera.

La jugada fue así: Gastón Aguirre recibió la pelota tras un lateral y tiró un centro corto, afuera del área, que peinó Leonardo Di Lorenzo para meterle el balón dentro del área y ahí apareció Rojas que, sin pararla, definió contra un palo y puso el 1-0 para estirar la definición a los penales.

Ese gol cambió el semblante de los miles de hinchas que coparon el Teatro de Turdera. A partir de ese grito de gol, todo fue optimismo y en los penales el que se vistió de héroe fue Federico Crivelli, que atajó dos penales (a Patricio Rodríguez y Humberto Vega) y fue clave para que el Celeste se imponga por 5-4 y consiga su ansiado ascenso, un logro que, con el paso de los años, dio inicio una época en el club.

Y no es para menos. Este ascenso fue fundamental para que seis meses más tarde, tras la reestructuración que hizo la Asociación del Fútbol Argentino, el club de Turdera pueda quedarse con uno de los 10 ascensos a la máxima categoría del fútbol argentino con otra gran campaña. 

De ahí en más, Temperley nunca más volvió a la tercera categoría. Jugó cuatro temporadas en la elite del fútbol argentina y actualmente lleva siete temporadas seguidas en la Primera Nacional. E el medio metió una semifinal de la Copa Argentina (perdió por penales con Rosario Central) y también un cuarto de final (perdió con Talleres de Córdoba) 

Todo esto, justamente, fue producto de este ascenso de 2014 a la Primera Nacional, de ese gol agónico de Ariel Rojas y de las atajadas de Federico Crivelli en los penales. Y sobre todo de Ricardo Rezza, que llegó en un momento turbulento tras la salida de Aníbal Biggeri y con experiencia acomodó todo y lo llevó a lo más alto.

EL GOL DE ARIEL ROJAS

LA DEFINICIÓN POR PENALES QUE CONSAGRÓ A FEDE CRIVELLI

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