"Los Osos Montañeses", un clásico de Hanna-Barbera

TV Retro. La tira animada fue un éxito con la historia de un clan de plantígrados integrado por Apá, Amá y sus dos hijos. 

"Los Osos Montañeses" es uno de los tantos dibujos animados surgidos de la prolífica factoría de Hanna-Barbera y que se transformaron en un clásico de varias generaciones. 

Las aventuras de estos personajes fueron emitidas por la cadena estadounidense NBC a partir del 2 de octubre de 1965, dentro del show de "La Hormiga Atómica", el cual incluía además de la serie de la heroica Hormiga, la serie de "Lindo Pulgoso".

A pesar de sus escasos 26 episodios, la serie se transformó en un clásico en buena parte del globo y también fue uno de los dibujitos preferidos de los chicos argentinos de otros tiempos. 

Los personajes son un clan de osos que viven en una región montañosa de los Estados Unidos y descansan acompañados del sonido del banjo, con múltiples conflictos a partir de las distintas personalidades de la familia. 

Se trata de una familia de cuatro osos, antropomórficos y parlantes, en la que se integra Apá Oso, Amá Osa, a hija adolescente Florecita o Flora y el hijo menor Huerco, o Shag en su idioma original. 

De alguna forma, la serie es una parodia magnificada de la vida cotidiana de los habitantes de las zonas montañosas y como siguen viviendo de espaldas al paso del tiempo y de la modernidad. 

La filosofía de Apá es la de hacer lo necesario con el mínimo esfuerzo, por eso es que apenas habla, y si lo llega a hacer murmura sus frases inentendibles y apenas se le entiende lo que dice si no es porque lo traduce su hijo. 

Su pasatiempo favorito es estar sentado en su mecedora a la sombra para dormir una siesta, mientras se fuma una pipa, con su rifle cargado al alcance de la mano para defender su propiedad de algún intruso, incluso de visitantes extraterrestres. 

Mientras que Amá se enoja con gran facilidad ante la constante flojera de su esposo y suele agarrar su palo de amasar para darle unos certeros golpes para se despierte y asuma sus responsabilidades. Entonces Apá sí murmulla, pero es mejor no entender lo que dice. Además, Apá Oso y no es muy sociable que digamos y no duda en dispararle a quien no le cae bien.  

Huerco, el pequeño de la familia, adora a su padre y tan solo tiene una ilusión, ser algún día igual que él. Mientras la hija, Flora juvenil y jovial, quiere mucho a sus padres aunque le gustaría integrase en la vida moderna, en uno de los conflictos generacionales de la serie. 

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