Las reliquias de Guillermo Vilas están bien cuidadas en Lomas
Para siempre. El Temperley Lawn Tennis fue uno de los tres clubes elegidos por el propio Vilas para que atesoren sus objetos más preciados. "Es un orgullo", remarcaron.
Guillermo Vilas es, sin dudas, uno de los deportistas más importantes que hubo en el país. Al nivel de Diego Maradona, Juan Manuel Fangio, Emanuel Ginóbili y Lionel Messi, Vilas marcó una época, en su caso en el tenis, y fue el que popularizó este deporte en todo el país, a fuerza de triunfos y títulos.
Acumuló más de 900 victorias en el circuito profesional de la ATP, un total de 62 títulos, entre ellos cuatro Grand Slam (dos Abierto de Australia, un Roland Garros y un US Open), y tres marcas que hasta hoy son irrompibles: cantidad de victorias consecutivas en todas las superficies (46), cantidad de títulos en una misma temporada (16) y cantidad de partidos ganados en un mismo año (137). Así, de esta manera, se transformó en un mito del deporte nacional.
Vilas, por todos estos logros, es el mejor tenista argentino de todos los tiempos, también uno de los más importantes de la historia a nivel mundial, y el único de los nuestros que llegó a ser número uno del mundo, más allá que la ATP, por malos cálculos, nunca se lo adjudicó y se niega a reconocer su error.
Ahora, parte de esta historia está en las vitrinas del Temperley Lawn Tennis, uno de los tres clubes elegidos por Vilas para que atesoren parte de sus pertenencias, junto al Náutico de Mar del Plata y el Buenos Aires Lawn Tennis, para construir una especie de museo. Y esto tiene un por qué. La institución de Lomas de Zamora lo cobijó a "Willy" cuando salió de Mar del Plata en busca de su sueño y fue el que le permitió dar el gran salto, como propio Vilas declaró en varias oportunidades.
"Él llegó al club por intermedio de mi tío, el escribano Juan José Vázquez -expresidente de la Asociación Argentina de Tenis-, quien tenía una relación con su papá. Por eso, cuando venía a Buenos Aires, lo íbamos a buscar a la estación de Temperley y él pasaba todo el día en el club. Una locura lo que entrenaba, se pasaba seis o siete horas en la cancha. Y a la noche dormía en mi casa", comentó Roberto "Kiko" Carruthers, quien compartió muchos momentos con el astro del tenis desde muy chicos.
Por ese lazo, y por intermedio del periodista Eduardo Puppo, Vilas le obsequió varios de sus recuerdos de su época de tenista. Trofeos, raquetas, camisetas, pelotas y otros elementos forman parte de la muestra que quedará por siempre en el salón principal del Temperley Lawn Tennis, dividido en tres vitrinas y redondeado de muchas imágenes de Vilas.
Entre los objetivos se destacan un poco del polvo de ladrillo del emblemático Roland Garros que ganó en 1977 y la arcilla de Forest Hill, donde ganó el US Open el mismo año. También está el equipo completo de la marca Fila que usó en las temporadas 77 y 78, dos de las más importantes de su carrera. Y hasta hay un ejemplar del CD que sacó en 1990.
"Para el club es un orgullo que Vilas nos haya elegido. Cuando vino Eduardo (Puppo) y me dijo que la familia estaba de acuerdo de traer las cosas de Guillermo al club, fue realmente emocionante y nos generó un gran orgullo. Tener algo de Guillermo, que fue el mejor jugador de tenis de la Argentina y uno de los mejores del mundo, es realmente increíble", remarcó "Kiko", quien fue presidente del Temperley Lawn Tennis y hoy ocupa un lugar en Comisión Directiva.
Y en ese sentido, el extenista agregó: "Todas las cosas que nos donaron son significativas, tener un pedacito de Guillermo en el club es, para nosotros, tanto para la Comisión Directiva como para todos los socios, un orgullo. Por esto, todas tienen el mismo valor".
Vilas, en pocas palabras, fue el tenista más importante que entregó el país, el primero que llegó a lo más alto de la élite y el que brilló en una época dorada de este deporte, que contó con grandes talentos como Björn Borg, Jimmy Connors, John McEnroe, Mats Wilander e Ilie N?stase, entre otros. Y en un momento él fue el mejor de todos ellos y los miró desde lo más alto del ranking, más allá que ATP sigue aún sin reconocerlo.
"Lo que hizo Guillermo en Argentina y a nivel mundial fue realmente impresionante. Todo el mundo del tenis está esperando que le den el número uno del ranking, ya que ese año, en 1977, ganó todo: tres de los cuatro Grand Slam, récord de triunfos consecutivos y el que más partidos ganó en la temporada. Para todos, en 1977, fue el número uno", remarcó Carruthers. Y hoy, una parte de esa historia, está en Temperley Lawn Tennis.
EN ASCENSO
Este club es uno de los clubes más emblemáticos de la región y se encuentra en el pleno crecimiento, con siete canchas de tenis, de las cuales una es de césped, y alrededor de 1000 socios
"La verdad que está muy bien, el presidente Fredy Torregiani y toda la comisión directiva están trabajando muy bien", remarcó Carruthers, quien además destacó la "colaboración" que reciben todos los años de la Municipalidad de Lomas. "Siempre se portan bien con nosotros", remarcó.
En cuanto a lo deportivo, la institución ubicada en la calle Ituzaingó 251 cuenta con equipos masculinos y femeninos en los certámenes más importantes organizados por la AAT, tanto en mayores como en menores. "La verdad que hay una buena escuela de tenis y cada vez vienen más chicos. Los entrenadores Sebastián Smith y Ricky Peters hacen un gran trabajo y muchos chicos de los diferentes clubes de la zona vienen porque es una institución netamente de tenis", cerró "Kiko", una voz más que autorizada.