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La Iglesia de Lomas aseguró que no avala la toma de tierras y llamó a buscar "soluciones superadoras"

MENSAJE. La Pastoral Social emitió un comunicado en el que dejó en claro la preocupación respecto a la usurpación de terrenos en distritos de la zona Sur.

La Pastoral Social de la Diócesis de Lomas de Zamora rechazó las tomas de tierra que se produjeron las últimas semanas en prácticamente todos los Distritos de la zona Sur, aunque reconoció que forman parte de "un problema más amplio": la crisis demográfica y habitacional.

Las autoridades de la Iglesia buscaron dejar en claro su postura después de que se replicaran intentos de usurpación en distintos Partidos tras la trascendencia que ganó la toma que protagonizaron más de 2500 familias en un predio de 100 hectáreas de la localidad de Guernica.

A través de un comunicado, el Obispado a cargo de Monseñor Jorge Lugones se mostró preocupado por "la intensidad creciente en el conflicto" y aseguró que no avala las tomas, a las que consideró "ilegales" y remarcó que se trata de un "delito" tipificado por el Código Penal.

"No podemos dejar de expresar nuestra preocupación por el modo violento en que nuestra sociedad busca resolver los conflictos poniendo en riesgo el orden institucional. Por eso, como Iglesia Católica y siguiendo lo dicho por nuestro Papa Francisco siempre propondremos el diálogo como mejor medio para alcanzar la justicia y la paz", resalta el texto.

La Pastoral lamentó que "la necesidad concreta de muchas personas sea aprovechada y manipulada por los intereses particulares de algunos pocos". Sin dar nombres ni señalar a ningún espacio de forma puntual, la Iglesia se sumó a algo que piensan muchos funcionarios de los tres estamentos del Gobierno: detrás de las tomas hay mucho más que la urgencia de miles de

No obstante, los religiosos reconocieron que conocen "bien la necesidad de muchas personas" a las que "se les hace imposible acceder a un terreno para construir no sólo una vivienda digna sino un verdadero hogar".

"Quisiéramos hacer notar que la 'cuestión de tierras' es el síntoma de un problema más amplio que aqueja a nuestro país. Es imperioso atender la crisis demográfica y habitacional que atraviesa no sólo al Gran Buenos Aires sino a todo el territorio argentino", continúa el comunicado.

"Por todo esto, queremos animar a la búsqueda de soluciones superadoras que tengan como base el diálogo fraterno y como horizonte el bien común", cerraron.