"Hoy me cuido más que antes porque no quiero perder días de trabajo"
Con precaución. El refuerzo de Temperley reconoció que trata de salir "lo menos posible" para evitar contagiarse y no perder días de entrenamientos en este regreso.
A pesar de la felicidad que le generó volver a pisar un campo de juego después de seis meses sin hacerlo, el mediocampista Franco Leys es consciente de la realidad que se vive por la pandemia del Coronavirus y remarcó que hoy "los cuidados deben ser doble" para evitar contagios y así no perder días de entrenamientos.
La escalada de casos que se registraron en el país en el último mes, sumado a los problemas que tuvieron equipos de Primera División con varios infectados en el plantel, son una señal de alerta para Leys, que no quiere dar pasos en falso. "El jugador que se infecte pierde días de entrenamientos y por ende pierde lugar en el equipo. Por eso el cuidado debe ser doble", remarcó el mediocampista en diálogo con Diario La Unión.
Y en esa línea, continuó: "Yo hoy me cuido más que antes. Trato de salir lo menos posible, ni para lo esencial, porque si pierdo días de entrenamientos también pierdo terreno y tiempo para ganarme un lugar en el equipo. Y no quiero".
Para Leys, que a fines de febrero recibió el alta médica tras una rotura de ligamentos en junio del 2019 y sólo pudo jugar un partido este año, la ansiedad de volver a la cancha es "tremenda" y por eso vive muy esperanzado este nuevo comienzo.
"La verdad que estaba con mucha bronca cuando se frenó la actividad ya que había jugado mi primer partido después de la lesión y estaba agarrando ritmo, capaz no el que quería pero iba bien y ahí me cayó lo de la pandemia. Fueron meses duros porque quería seguir agarrando ritmo para llegar bien al tramo del final del torneo, pero nunca me detuve y no dejé un día de entrenar porque no iba a desperdiciar lo que había logrado en siete meses de recuperación", remarcó.
Hoy, con la esperanza de que la actividad se pueda reactiva a principio de noviembre, el ex Sarmiento vive con mucha ilusión su arribo a Temperley, un club al que definió "como una gran familia" y que está "muy ordenado", y por eso disfruta al máximo cada entrenamientos, más allá de reconocer que es "bastante complicado" entrenar con grupos de seis personas.
"La necesidad de entrenar era tremenda", reconoció el volante central, que es uno de los 11 refuerzos que sumó el Gasolero para buscar el ascenso. "Esto hace muy bien. Volver a la cancha, estar con la pelota y con los compañeros a pesar del distanciamiento es muy importante. Es otra cosa que entrenar solo en la casa", agregó.
Y por último, concluyó: "Tenemos la necesidad de volver cuanto antes porque estuvimos mucho tiempo parado, pero hoy nos tenemos que adaptar a los nuevos entrenamientos y esperar que bajen los infectados para volver a jugar. Y si eso pasa, creo que se podría volver. No hay que perder las esperanzas porque estaría bueno y lo necesitamos".