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Lucas Martiarena y una nueva prueba en el Sur

Este sábado. El boxeador de Barrio Sitra se sube al ring para su segunda presentación profesional. Peleará con Sebastián Cardozo en Superligero a cuatro rounds.

El púgil de Lomas se prepara para dar pelea en Lanús

El púgil de Lomas se prepara para dar pelea en Lanús.

Este sábado por la noche habrá acción en el cuadrilátero para Lucas Martiarena. En el marco de su segunda pelea profesional, se medirá con Sebastián Cardozo.

El boxeador de Barrio Sitra había tenido su debut en mayo pasado en Valentín Alsina con una sólida victoria por KO en el segundo round ante Cristian Díaz. Ahora enfrentará a un rival que llega desde Morón con una pelea y una derrota a cuestas. "Vengo entrenando muy bien, haciendo triples turnos para llegar de la mejor forma a la pelea. Espero que salga lindo y como siempre voy a dejar todo arriba del ring", resaltó el púgil local.

La velada tendrá lugar en el Xavi Boxing (Domingo Purita 2278, Lanús), el club donde Martiarena se prepara bajo el comando del "Gallego" Xavi Valls. Organizado por HDP Promotion y con transmisión en vivo de Cerca del Ring, el evento arranca a las 19 y contará con el cruce profesional de Lucas y otro en peso pluma entre Maximiliano Robledo y César Pérez. Además, habrá doce combates amateurs de boxeadores locales y pertenecientes a la Liga Bonaerense de Boxeo Amateur, sorteos entre el público presente y bandas en vivo tocando en la previa de las peleas.

UNA HISTORIA PARTICULAR

Lucas Martiarena soñó durante muchos con pelear profesionalmente. Ahora lo logró pero en el camino hizo un gran esfuerzo ya que su carrera estuvo a la par de su vida laboral arriba de los camiones de residuos en el partido de San Martín.

Martiarena entrena en el Gimnasio Star Gym, en Lanús. La primera actividad tiene una carga de dos horas desde las ocho de la mañana. Apenas pasado el mediodía, hay otras dos horas de guanteos y preparación física. Y, luego, Lucas viaja del otro lado de la General Paz donde se sube al camión y corre algunos kilómetros revoleando bolsas de residuo. A las 2 de la madrugada está de regreso a casa, para dormir y esperar otro día igual a la mañana siguiente.

"Digamos que el trabajo lo tomo como un tercer turno aeróbico porque la exigencia es grande. Llego fusilado, no voy a mentir, pero no me quejo porque es lo que me da de comer y a la vez me permite hacer lo que me gusta que es el boxeo. Desde chico siempre me gustó y cuando fui más grande decidí empezar un camino más profesional para dedicarme a esto. Ya son más de seis años trabajando seriamente en el deporte", había contado Martiarena en una entrevista con La Unión. Hoy, ese anhelo, tiene una forma mucho más seria y pelea a pelea crece la ilusión de agigantar su historia.

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