Cuando Lomas tuvo su Pumper Nic (el McDonalds criollo)
recuerdos. El local argentino de comidas rápidas supo ser el epicentro de la peatonal Laprida durante parte de los '80. Algunos vecinos lo conservan en el recuerdo.
Fue una reconocida cadena de comida rápida en los '70s y '80s, de dueños argentinos, un tiempo antes de que la globalización allane el camino al desembarco de MacDonalds en cada rincón del planeta. En plena peatonal Laprida de Lomas de Zamora, se erigía el Pumper Nic, con sus hamburguesas, gaseosas y papas fritas, convocando a grandes y chicos.
Muchos vecinos aún lo recuerdan. Raquel Estrada, vecina de Centenario, solía llevar a sus hijos a comer ahí. "Era una especie de MacDonalds, con una estética muy norteamericana, para los chicos era llamativo, y se comía rico", cuenta.
El artista e investigador de la historia lomense Aníbal Manzi recuerda haber ido asiduamente en sus años de estudiante secundario, junto a sus compañeros. "Me acuerdo, en la galería Laprida, era muy moderno en ese momento comer hamburguesas con papas fritas".
Los locales de Pumper Nic entonces contaban con mesas y sillas amuradas al piso y un gran mostrador protagonista de la escena con amplios letreros luminosos que anunciaban el menú.
Así, figuraba la clásica Pumper o el sándwich llamado Mobur, que también contenía queso y un huevo a la plancha de forma perfecta.
Fundado por Alfredo Lowenstein, Pumper Nic existió en el país desde 1975 hasta 1999 y tenía como mascota a un hipopótamo verde llamado Nic.
El Supernic tenía lechuga, huevo y tomate; mientras que el Doble Nic tenía dos hamburguesas y cebolla. El medallón de pollo hecho milanesa se llamaba Chicknic. Por su parte, el sobrecito con papas fritas se llamaba Frenys.
Este medio continúa recabando datos sobre este popular local que brilló en los '80 en Lomas, ya que aún no pudo dar con alguna foto que lo registre.
Su historia
Fundado por Alfredo Lowenstein, Pumper Nic existió en el país desde 1975 hasta 1999 y tenía como mascota a un hipopótamo verde llamado Nic.
El negocio se expandió con rapidez por todo el país, con más de 70 locales, y llegó a facturar 60 millones de dólares. Sin embargo, su crecimiento fue demasiado rápido y la empresa central no mantuvo un control sobre los franquiciados, lo que fue generándole problemas.
Al mismo tiempo, la llegada a Argentina de las grandes cadenas multinacionales como McDonald's (1986) y Burger King (1989) complicó la situación de Pumper Nic en los mercados de consumo. Burger King obligó a Pumper Nic a cambiar su clásico logotipo, y la empresa modificó su nombre comercial por Pumper.
Finalmente la familia vendió en 1995 la cadena de restaurantes para asociarse con Wendy's, que desembarcó en Argentina en 1996.