El plan Temperley: una receta que empieza a dar resultados
En crecimiento. Cristian Quiñónez, el coordinador de Inferiores, destacó el año del Gasolero en juveniles, tanto en resultados como promoción de jugadores, y explicó el secreto.
Temperley tuvo un gran año en materia del fútbol juvenil y por eso, cuando alcen las copas en las Fiestas, brindarán por todo lo conseguido. Y no es para menos. Los resultados hablan por sí sólo: subcampeón en Quinta División, semifinalista en Cuarta y tercero en Reserva. Y como si eso fuera poco, promovieron ocho juveniles al plantel profesional que conduce Fernando Ruiz.
Estos logros, justamente, son los que pondera Cristian Quiñónez, el coordinador de las Divisiones Inferiores, que terminó muy conforme con el 2021 y no dudó en asegurar que fue "más que positivo" el año para la cantera del Celeste, y más teniendo en cuenta el parate que hubo en 2020 por la pandemia del Coronavirus.
"Lo más importante es que hicimos una base más que buena yya sabemos qué debemos apuntalar para el 2022, enfocado en nuestro gran objetivo que es mejorar y potenciar el proyecto. El propósito es repetir y superar lo conseguido, y lo valioso es que sabemos por dónde hacerlo. Estamos convencido que lo lograremos", remarcó Quiñónez durante una charla con Diario La Unión.
Todo esto no fue casual en el Gasolero, tiene que ver con un lineamiento de trabajo entre entrenadores y preparadores físicos y que tiene como objetivo máximo nutrir al equipo de primera con chicos del club. Y eso lo hace con una receta clara: entrarlos como si fuesen jugadores profesionales.
La línea que bajo es que los equipos tienen que jugar como le gusta al hincha de Temperley. Nosotros tenemos una historia y la debemos respetar
Y así lo dejó en claro Quiñónez: "Nosotros, en lascategorías más grandes, trabajamos a nivel profesional, no varía en nada lo que hacemos con lo que hacen los equipos de primera. Creo que ahí está el secreto. Cuando suben, la exigencia de los entrenamientos no les varía y a partir de eso, para mí, se ganan los lugares. Siempre les digo a los entrenadores que los jugadores, en juveniles, tienen que hacer todo lo que se hacen en primera para que, cuando suban, nada los sorprenda, y a eso apuntamos".
Esta metodología, justamente, se refleja en dos casos particulares: el defensor Pedro Souto y el volante Agustín Toledo, que arrancaron en año en Cuarta División y cuando subieron, no sintieron el cambio. Tan es así que sumaron muchos minutos en la última temporada de la Primera Nacional y se afianzaron en el plantel profesional, como también lo hicieron los otros chicos que subieron.
Y el hecho de que todos estén a la altura, es lo que deja satisfechoal coordinador porque "a los futbolista lo sube la estructura de fútbol juvenil, y no una sola persona", ya que "entre todos" los forman. "La verdad es que nos da una gran tranquilidad porque todos los que fueron estaban preparados y también lo es para los que vienen de abajo, que saben que si siguen por este camino tendrán su oportunidad", resaltó.
Por eso, con miras al futuro, tiene muy en claro los pasos a seguir. "Hay que seguir por este camino, sostener a todos los entrenadores y preparadores físicos porque hicieron un gran trabajo y repetir el lugar de entrenamiento. Esto, para nosotros, sería muy importante, como también seguir afianzando el vínculo con Infantiles, ya que eso nos ayuda mucho para que la novena, cuando llega a juveniles, se adapten rápido al nuevo ritmo", comentó.
Los equipos, en este proyecto, también tienen una identidad. Es que si bien cada categoría juega de la manera que su entrenador pretende porque, para Quiñónez, "la impronta que cada técnico le puede dar a sus jugadores es muy importante", hay algo que el coordinador no negocia: la marca Temperley.
"Lalínea que bajo es que los equipos tienen que jugar como le gusta al hincha de Temperley. Nosotros tenemos una historia y la debemos respetar. Queremos que el hincha, cuando vaya a ver a los chicos, se sienta identificado y por eso apostamos mucho al sentido de pertenencia", dejó en claro el coordinador, que formó parte de los dos ascensos del Gasolero de 2014 y conoce muy bien los pasillos del Alfredo Beranger.