John Lennon y los mitos de su asesinato, a 41 años
mundos personales. Corrieron versiones de todo tipo sobre el crimen del ex Beatle, desde lo sobrenatural hasta un encargo de la CIA.
El 8 de diciembre de 1980, poco antes de que dieran las 11 de la noche, John Lennon y Yoko Ono regresaban a su piso en el edificio Dakota, en la esquina de la Calle 72 con Central Park West.
Mientras se disponían a entrar, un sujeto se les acercó y le disparó cinco veces por la espalda al ex Beatle.
Diez minutos después, el músico fallecía al ingresar en el cercano Hospital Roosevelt, al que había sido trasladado.
El asesino era un tal Mark David Chapman, un probable psicópata y fan de John, que aquella misma tarde le había firmado un autógrafo sobre una copia de "Double Phantasy", su último álbum, que había aparecido dos semanas antes.
La noticia corrió como un reguero de pólvora y generó una enorme conmoción y tristeza en todo el mundo. Tal como suele ocurrir en estos casos, comenzaron a circular versiones de toda índole, incluyendo algunas de dudosa procedencia.
La noticia corrió como un reguero de pólvora y generó una enorme conmoción y tristeza en todo el mundo.
Para algunos, el edificio Dakota, donde vivían John y Yoko, estaba maldito. Se trata de un edificio con departamentos lujosos inaugurado en 1884, inspirado en la arquitectura de estilo renacentista alemán.
Roman Polanski había utilizado el edificio como parte de las locaciones de su película "El bebé de Rosemary", por cuya temática terrorífica no faltó quien atribuyó a una venganza diabólica del posterior asesinato de la mujer de Polanski, Sharon Tate a manos de la secta de Charles Manson.
Excluida de plano la hipótesis sobrenatural, no faltaron tampoco teorías conspirativas para explicar el asesinato de Lennon.
Una de ellas daba cuenta que Mark Chapman era en realidad un agente de la CIA. El músico y la artista japonesa hacía años que incordiaban al poder político estadounidense por su activismo pacifista.
Mientras que en noviembre de 1980 había ganado las elecciones presidenciales el conservador Ronald Reagan, que anunciaba abiertamente un rearme moral, y que iba tomar posesión del cargo el próximo mes de enero.
En 2000, desde que cumplió la pena mínima, el asesino de Lennon pidió ocho veces (una cada dos años) su libertad condicional, sin éxito y actualmente se encuentra recluido en la prisión de Wende, en Nueva York.
En este contexto, Lennon seguía con problemas legales para mantener su residencia en las tierras del Tío Sam y los previsibles nuevos acontecimientos no portaban buenos augurios para él.
Todas estas versiones fueron cayendo por su propio peso y lo concreto es que Chapman asesinó al músico, un crimen por el que fue condenado a una pena de entre veinte años y cadena perpetua.
En 2000, desde que cumplió la pena mínima, el asesino de Lennon pidió ocho veces (una cada dos años) su libertad condicional, sin éxito y actualmente se encuentra recluido en la prisión de Wende, en Nueva York.
El sujeto no respondía a la CIA y reconoció maltratos en su infancia y haber tenido adicciones desde su adolescencia. También fue parte de numerosas sectas religiones y hasta intentó suicidarse un par de años antes de matar a su ídolo.
A pesar de que insiste con lograr la libertad condicional, la Justicia no le concede este beneficio y a sus 66 años sigue tras las rejas.