Ferroaficionados mantienen las vías de un ramal que no funciona desde 2017
invitan a sumarse.
Vecinos de Lomas y de Lanús se unieron para limpiar, cortar el pasto y desenterrar los rieles del ramal Puente Alsina-Aldo Bonzi. También concientizan sobre la importancia del medio de transporte.
Vecinos ferroaficionados de Lomas y de Lanús se unieron para cuidar las vías del ramal Puente Alsina-Aldo Bonzi, que dejó de funcionar a fines de 2017 “de la noche a la mañana”. Este recorrido pasa por tres municipios: Lanús, Lomas y La Matanza.
El grupo se encarga de limpiar, cortar el pasto, pintar las señales de las estaciones, reemplazar los focos que no funcionan y desenterrar las vías del ferrocarril. También juntan firmas para la vuelta del tren y concientizan sobre la importancia de este medio de transporte, que une ciudades y permite acortar tiempos.
“El ramal se cerró de la noche a la mañana, aunque primero lo dejaron caer. Ya los últimos años los vecinos nos cuentan que no cumplía con la frecuencia, iba sucio, le tiraban piedras. Es como un círculo vicioso: no hay inversión, se viene abajo, la gente deja de utilizarlo y después dicen que no lo mantienen porque la gente no lo usa”, comenta Liliana Soto (60), la única mujer integrante del grupo.
Sin embargo, muchos usuarios se ven perjudicados: los que van al Mercado Central, los que viajan a Capital también porque el tren “acortaba las distancias”. Ahora el paso obligado es Pompeya.
liliana: “Por lo general hacemos los operativos los sábados. Me encantaría que sean más días o que seamos más personas.”
“Enviamos un petitorio a la empresa Sofse (Trenes Argentinos) y dijeron que no estaban las condiciones dadas para que pase el tren”, remarca Liliana.
Entre estas “condiciones” también está el tema de la inseguridad, algunas formaciones recibían piedrazos durante su recorrido.
Pero ante esta negativa empresarial, el grupo de ferroaficionados (unas 7 u 8 personas fijas, el resto de los voluntarios van rotando) decidieron poner manos a la obra y mantener las zonas de recorridos, donde se instalaron viviendas precarias, y las estaciones para que, cuando se concrete el sueño de la vuelta del tren, haya mejores condiciones.
“¿Por qué este ramal tiene que quedar olvidado?”, se pregunta una y otra vez Liliana, quien llegó a conocer a sus compañeros por Facebook y por su afición a los trenes y a los viajes de larga distancia que comparte con su marido.
“Por lo general hacemos los operativos los sábados. Me encantaría que sean más días o que seamos más personas. Por lo general yo me dedico más a hablar con la gente, hago videos y fotos para subir al Facebook y que la gente conozca el trabajo que hacemos”, cierra.
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