Alertan que el mercado automotor va camino a retroceder a niveles de 2009
en crisis. El incremento en la cantidad de sueldos que se necesitan para comprar un vehículo y la fuerte contracción de los salarios son los factores que ponen en peligro a la industria.
Por el incremento en la cantidad de sueldos que se necesitan para comprar un vehículo y la fuerte contracción de los salarios, la crisis que vive la industria automotriz podría retroceder los patentamientos de vehículos a los niveles de 2009.
Según un informe de Invenomica, el mercado de patentamientos de enero “muestra que no hay síntomas de recuperación y el 2019 posiblemente sea mucho peor de lo que se esperaba hace tan solo unos meses”. Con patentamientos por 58.250 unidades, enero tuvo el comienzo más flojo desde 2016. "Pero comparar con ese año no es correto porque debe recordarse que en 2016 había una demanda reprimida que fue naturalizándose con el correr de los meses con la normalización del tipo de cambio, la apertura de importaciones y la eliminación de algunos impuestos en los vehículos de mayor valor de mercado. Así, a pesar del flojo comienzo, el mercado de patentamientos cerró en 683 mil unidades", advirtieron.
Es por eso que hay que remontarse a enero de 2005 (con 51 mil unidades) para encontrar un arranque de año peor que el actual. Vale recordar que en ese año los patentamientos apenas alcanzaron las 361 mil unidades. "Lo más factible es que en 2019 se registre un nivel de patentamientos similar al de 2009 (el total anual fue de 493 mil unidades)", remarca el documento.
Desde la consultora mencionaron varios motivos que ponen en peligro a una recuperación de la industria en el segundo semestre. El incremento en la cantidad de sueldos para comprar un vehículo es uno de los principales factores: mientras que en 2017 se necesitan 11,2 sueldos para comprar un vehículo chico (compuesto por modelos como Gol Trend, Polo, Argo, 208, Etios, Onix), en diciembre de 2018 se necesitaron 15,5 sueldos. Es decir, que en un año se retrocedió a niveles que no se registraban desde 2011.
“En 2018 el poder adquisitivo se contrajo un 11% y la perspectiva para el primer semestre de 2019 son poco alentadoras en función de los fuertes incrementos en servicios básicos como luz y gas que inciden en gran medidas en los costos de bienes y servicios. Recién a partir del tercer trimestre se podría observar una mejora del salario real, pero es imposible que pueda recuperarse lo perdido en 2018”, sostiene el docume