Cuánto cayó la venta en las panaderías de Lomas
MENOS MOVIMIENTO DE VECINOS EN LAS CALLES.
En tiempos de cuarentena y a pesar de ser un trabajo esencial, la actividad sufrió una merma aproximada del 60%. Los productos más elegidos, como las facturas y el pan se ubican por encima de otros, como las tortas, que casi no se venden.
Las panaderías del centro de Lomas coincidieron en afirmar que, a pesar de ser una actividad esencial en medio de la pandemia por el Coronavirus, las ventas bajaron considerablemente. De todas formas, las elecciones de los clientes siguen siendo las mismas: el pan y las facturas son los más vendidos y sobrepasan a los demás productos exhibidos.
Karina Simondet, dueña de la panadería familiar La Morocha (Piaggio al 1000), indicó que están abriendo con horarios reducidos, los clientes no van como antes y, por ende, la producción bajó considerablemente.
“Mi trabajo se vio afectado en un 60%, pedí ayuda al Gobierno para poder pagar los sueldos de mis empleados”, contó Miriam Vecchio sobre la situación de la panadería y confitería Santa Fe, ubicada en Lomas hace 34 años.
Por su parte, Oscar Biglia, encargado de la panadería New Boedo, coincidió con sus colegas: “La venta bajó muchísimo, te diría que casi un 70% menos, al igual que la producción. Al estar muy próximos a la estación de tren, la cantidad de público cayó enormemente y también afectó a la cafetería que tenemos dentro del comercio”.
El pan y las facturas son los productos más elegidos por los vecinos: “Lo que más pide la gente es el pan, seguido de las facturas. El resto ha bajado muchísimo, con algunas excepciones para algunos vecinos que se dan algún que otro gusto”, dijo Biglia. “En mi local, el pan de campo es el que más sale”, detalló la panadería La Morocha. “No creo en el dicho de que por la miseria se vende más pan, no es mi caso”, acotó Vecchio. Las tortas, por poner un ejemplo, son unos de los productos afectados, debido a la falta de celebraciones y reuniones familiares.
Como corresponde, en los tres locales se utiliza el protocolo de seguridad para poder trabajar y abrir sus puertas. “Nuestros 12 empleados utilizan barbijos para atender y llevamos a cabo el distanciamiento social que nos piden para los que ingresan al comercio”, aseguró la panadería New Boedo.
Para concluir, Simondet agradeció de todas maneras tener un trabajo en estos días difíciles, en los que no todos cuentan con dicha posibilidad: “Es fundamental poder tener un ingreso económico, pero además creo que debemos cuidarnos y cumplir con todos los protocolos de seguridad. La salud es muy importante y estoy segura de que, a futuro, esta pandemia nos va a cambiar a todos”.
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