Con ollas populares, Defensores de San Fernando brinda una gran ayuda
solidaridad ante la pandemia del Coronavirus. Esta entidad ubicada en Temperley comenzó hace un mes con esta iniciativa con el aporte de toda la comunidad y hoy entrega alrededor de 400 platos de comida por semana.
Los clubes de barrios siempre dicen presente en los momentos más complicados para colaborar con la comunidad. Desde su lugar, siempre buscan aportar su granito de arena. Y eso es lo que hacen desde el club Defensores de San Fernando de Temperley, que se lanzó en la realización de diferentes ollas populares y da una mano importante en medio de los problemas que trajo la pandemia del Coronavirus.
Siempre con la premisa de colaborar, 25 personas que forman parte de la familia de esta institución ubicada en Cardenal 2427 se pusieron al frente de la movida para colaborar con los más necesitados en este duro momento y hace un mes comenzaron con las ollas populares. Pero no están solos en esta cruzada. También reciben diariamente la ayuda de los vecinos, entre ellos padres de los nenes del club, para llegar al mayor número de personas posibles.
“Nosotros arrancamos con donaciones hacia otros clubes que hacían ollas populares y como vimos que la necesidad es muy grande, se nos ocurrió armar una en nuestro club. A los días que iniciamos con una planificación con profesores y miembros de la comisión, se nos acercó un grupo de chicas a proponernos hacer una olla popular en el club y todos juntos le empezamos a dar forma a esta iniciativa. Ellas dieron el puntapié inicial y hoy somos un lindo equipo de trabajo, al que se sumó un grupo de scouts y toda la comunidad del club”, comentó Eber, vicepresidente de la entidad y uno de los organizadores de esta movida, en diálogo con Diario La Unión.
Cuando comenzaron hace un mes atrás entregaban 80 porciones por jornada, pero con el paso de los días, y gracias a la colaboración que fueron recibiendo y viendo las necesidades que hay en este momento, duplicaron el esfuerzo y hoy arman entre las 150 y 200 viandas por día. Las ollas, que en principio eran los sábados, ahora se hacen dos veces por semana, miércoles y sábados. También hay un ropero comunitario, donde ponemos todas las ropas de abrigo que los vecinos nos van donando, para también ayudar desde otro lugar.
“Acá no existe el nombre de una persona, lo que hay es un grupo de personas con ganas de colaborar con el prójimo, tanto de los profe, de los miembros de la comisión, de este grupo de vecinas del barrio y los chicos de scout”, destacó Eber.
Y esas palabras se reflejan en actos. Es que además de este grupo de 25 personas que están al frente, se le suman las donaciones que reciben de los vecinos, de los papás de los nenes que practican en el club, y de todo aquel que quiere dar un mano, a tal punto que un padre se encarga de hacer los panes para entregar con la comida y otro, con su moto, se encargar de llevarles el plato de comida a las personas con movilidad reducida o que están dentro de la zona de riesgo. “Se está haciendo un lindo trabajo colectivo”, destacó uno de los organizadores de las ollas populares.
PROBLEMAS EN MEDIO DE LA PANDEMIA. Los clubes de barrios, que son los que más ayudan en estos delicados momentos, no escapan a la realidad que viven las entidades deportivas desde la llegada del Coronavirus y el Defensores de San Fernando no está al margen de esta situación.
Por eso, el vicepresidente remarcó que es un “momento delicado” el que vive el club en este momento porque hoy no tienen ningún ingreso y no saben cuánto tiempo podrán aguantar en medio de este contexto.
“Nosotros somos el club con la cuota social más baja de la zona, de sólo $100, y en base a eso nos estamos acomodando hasta que llegó la cuarentena. Hoy la verdad que no entra un centavo y hay que pagar todos los impuestos. Es algo compleja y estamos raspando los últimos fondos que tenemos. No sé por cuánto tiempo lo podremos sostener”, concluyó E