El Country de Banfield celebra 100 años de vida
Fundado en 1920. La entidad es un símbolo de la ciudad que atravesó a distintas generaciones como club deportivo pero también social. El fútbol, la época dorada de los bailes y el café entre amigos, los sellos que lo distinguen.
En épocas de capitalismo salvaje, de números y economía, los clubes de barrio se siguen sosteniendo pese a todos los pronósticos. El amor y el sentido de pertenencia de quienes los transitan día a día -o les dan fuerza a la distancia- son el motor que impulsa a estas entidades que, como en el caso del Country de Banfield, llegan a cumplir 100 años de vida.
El Country es un símbolo de la comunidad banfileña que, a través de todo este tiempo, ha recibido a cientos de familias de la ciudad para brindarles “un espacio”, algo tan sencillo como eso. Desde dos decenas de deportes a disposición, pasando por un café y una charla de amigos, hasta los eternos bailes y carnavales en la época dorada, el club fue asimilado por la gente como su lugar y, atravesando todas las peripecias propias del país, se ha mantenido de puertas abiertas.
Su fundación en 1920 tuvo lugar en la casa de Tomás Bertetti, en la calle Castro Barros 389. Nació con el objetivo de juntar a los chicos de la zona que querían jugar al fútbol y, al mismo tiempo, practicar deportes. Víctor Ricciardelli resultó elegido como el primer presidente de la institución y, unos años después, la sede se trasladó a su actual ubicación, en Belgrano 1783.
Le pusieron como primer nombre Club Infantil de Banfield, denominación que se mantuvo hasta mediados de la década del 60, cuando se decidió adosarle la palabra Country. Fue en esa década cuando creció en infraestructura (se abrió la primera pileta de natación en Banfield, se construyeron las primeras tres canchas de tenis y se sumaron deportes como el voleibol) y en su mejor momento superó los 10 mil asociados.
Los bailes, especialmente en época de carnavales, también aumentaron su prestigio y su popularidad. Por sus escenarios pasaron Joan Manuel Serrat, Alberto Cortez, Sandro, Palito Ortega, Armando Manzanero, Los Plateros, el Trío Los Panchos, Los Chalchaleros, Los Fronterizos, Los Wawancó, entre otros. Y más adelante, ya en los ’80, casi todas las figuras del rock nacional protagonizaron recitales allí: desde Charly García a Sumo, Soda Stereo, Los Abuelos de la Nada, Virus, La Torre, Fito Páez, Luis Alberto Spinetta, Serú Girán, Nito Mestre o Los Twist.
El basquetbol masculino del club estuvo en Primera en 1973. También el vóley femenino y el masculino alternaron en distintos años en la máxima categoría. Además, con el paso del tiempo, se hizo fuerte en el papy fútbol y unos años más tarde con el futsal donde hoy protagoniza con grandes equipos.
HISTORIAS DEL CORAZÓN. Omar Lauría, actual vicepresidente de la institución, lleva una vida junto al club de sus amores: 73 años para ser más preciso. “Mi familia me engendró en este club y mis hijos y mis nietos han pasado por acá y lo siguen haciendo. En este tiempo siempre hemos seguido adelante junto a muchos de mis compañeros de Comisión para sostener este espacio y que cientos de chicos y chicas puedan tener un lugar para desarrollarse en un deporte”, comentó.
“Últimamente, desde lo económico, tuvimos problemas pero le seguimos poniendo el hombro y por 100 años más lo haremos porque ese es el ánimo de los que trabajamos por el Country. En lo personal, son 73 años que llevó en el club y miles de historias. Mi papá fue co-fundador junto a tantos otros que hoy siguen vinculados a través de sus hijos y nietos. Es algo maravilloso poder compartir este momento”, indicó.
Rubén Domínguez, parte de la Comisión Directiva, también es hijo de dirigentes y familia del Country. Junto con otros socios vivió los años más felices de festivales en el club y actualmente coordina el salón de fiestas. “Tengo recuerdos hermosos de esa época. Vi en vivo a Sumo, Serú Giran, Spinetta. Fue la época dorada del club cuando en los bailes llegaba a haber 10 mil personas. Incluso mis padres iban a los antiguos festivales que eran folclóricos o de tango. Después llegó el tiempo del DJ y fue bárbaro”, contó.
Hoy por hoy continúa reuniéndose con los amigos con los que hace 45 años habían empezado a jugar al fútbol en el club. Además, organizan bailes para conmemorar aquellos sábados del “Country Discotheque” contando incluso con la presencia de Jorge Pisano, el histórico DJ de las fiestas. “Cuando hicimos la primera fiesta reencuentro, la gente entraba al salón y se ponían a llorar. Recordaban su adolescencia, todo lo que habrían pasado en esas noches en el club. Es muy lindo todo lo que se genera en el Country: para nosotros es una pasión y una comunidad de la cual estamos totalmente agradecidos de pertenecer”, agregó.
“Pichi”, al frente de Edward y Cronopio, dos locales gastronómicos en el corazón del barrio del Country, también tiene una historia de vida entrelazada con cientos de horas de juegos y amigos en el club. “Desde que nací hasta el día de hoy estuve adentro del Country. Lo que más recuerdo son los asados en los quinchos con todas las familias, la pileta donde te entregaban una chapita que te ponías en la malla. Tengo recuerdos de la Colonia y de Bernardo, el guardavidas, que una vez me salvó de que me ahogue. Jugué al fútbol e hice muchísimos amigos en el Country. Mis viejos me dejaban desde las 10 de la mañana hasta las 8 de la noche, todos los días, entonces era una historia tras otras que se iba generando”, contó. “El haber estado tantos años en el barrio me dio ganas de verlo crecer y por eso hoy ubiqué los dos locales en la misma calle del club”, agregó.
Para retratar esta enorme historia, pronto se llevará a cabo la fiesta que debió suspenderse a causa del Coronavirus. Además, se publicará un libro que repasa con fotos y testimonios de hijos y nietos de fundadores las vivencias del Country. Más allá del papel, en la voz de los más grandes y en sus anécdotas, el club está siempre presente y es un motivo de orgullo para la ciu