“En Malvinas derramamos las lágrimas de 31 años”
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Ex combatientes de Lomas viajaron por primera vez a las Islas a fines del año pasado y cuentan sus sensaciones.
“Derramamos las lágrimas de 31 años de espera para volver a hacer el duelo a las Islas”.
Así resume Walter García, presidente de la Comisión de Enlace de Veteranos de Lomas, el viaje que realizó junto a 11 ex combatientes lomenses a las tierras donde defendieron la soberanía argentina en 1982.
En este primer regreso a Malvinas, el grupo de vecinos hizo un recorrido por la posición que había ocupado cada uno durante la guerra, además de visitar el cementerio de Darwin para homenajear a 14 lomenses caídos en batalla.
“Fueron momentos muy especiales y emotivos. Cada uno tuvo la posibilidad de visitar su lugar, contar su experiencia, lo que vio y vivió estando ahí 60 ó 70 días. Muchos de nosotros pudimos despojarnos de nuestros sentimientos más profundos por estar en el lugar donde los habíamos vivido”, contó García.
Uno de los casos más significativos para estos vecinos fue el de Ramón Ponce. Tras recorrer dos horas a “campo traviesa”, el grupo llegó hasta Monte London, donde Ponce había pasado gran parte de su tiempo en las Islas, siendo rescatado “casi muerto” y con 18 años.
“Sentimos mucha emoción con su historia y respeto por lo que contaba. Los silencios, las caras de tristeza y las lágrimas derramadas también decían muchas cosas y ayudan a comprender otras tantas. No es fácil contar lo que uno tuvo que vivir”, explicó García.
En Darwin, el grupo de lomenses se dio el gusto de desplegar una bandera argentina, cantar el Himno en homenaje a los héroes y recorrer las tumbas de vecinos que dieron su vida por el país.
“El lugar está limpio, prolijo, sin escrituras ni daños. Pese a todo lo que pasó, cómo es el día a día de los kelpers y su fuerte nacionalismo, existe un respeto claro y un trato amable”, expresó el grupo.
En este sentido, contaron que no hay casa que no tenga flameando una bandera británica. Lo mismo ocurre en bares, restoranes o escuelas.
En la calle no hay un papel tirado y la gente cruza por la esquina. Su cultura es inglesa, pero en territorio argentino.
También quedó una historial material, de los miles de objetos que dejaron los soldados en sus puestos, que son los resabios de una guerra bestial sin sent