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Cromañón es para siempre

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Diez años después, Silvina Gómez y Cristian Pereyra trabajan diariamente para generar conciencia sobre la tragedia y cuentan cómo fue sobrevivir a ella.

Por Marina Sette

Un día como hoy, hace diez años, sucedía la tragedia de Cromañón, el incendio del boliche que se llevó 194 vidas y dejó un vacío irreparable en cientos de familiares y amigos. Todos los días, pero especialmente hoy, es deber recordarlo, por la memoria de los que se fueron y para que su ida -por más injusta que haya sido- valga la pena.

Silvina Gómez y Cristian Pereyra, sobrevivientes oriundos de Temperley y Banfield, cuentan cómo conviven con

ese recuerdo y trabajan para generar conciencia.

EL RECUERDO

El 30 de diciembre de 2004, Cristian tenía 18 años y fue con cuatro amigos a ver a Callejeros. Recuerda, así como Silvina que, antes de que comenzara a tocar la banda, “Chabán pidió que no prendieran bengalas porque iba a pasar lo mismo que en Paraguay” (en agosto de 2004, un incendio en un supermercado de Asunción provocó la muerte de 396 personas). En la mitad del primer tema una bengala dio contra la mediasombra del techo e inició el fuego. Cristian subió al escenario en busca de una salida, pero empezó a inhalar humo, se cortó la luz y ya no recuerda nada. Sólo que pensó: “Dios, ayudame en ésta”. Lo siguiente fue que

se despertó en Plaza Once sin entender qué sucedía, se fue a un bar y ahí recordó. “Me agarró un ataque y empecé a gritar los nombres de mis amigos, llamé a mi familia y los fui a buscar. Cuando los encontré nos abrazamos

y lloramos”, contó.

Silvina tenía 28 años y fue con Marcelo, su marido de ese entonces, a ver la banda para acompañar a unos amigos. Al comenzar el recital ellos dos se apartaron. Cuando estalló la bengala, Silvina tomó a Marcelo de la mano y fueron hacia la salida. Pero la gente se empujaba hacia las puertas cerradas y ambos cayeron al piso.

“Yo caí boca abajo y Marcelo boca arriba. Siempre digo que esa diferencia entre su nariz y la mía hizo que yo

me salvara”, recuerda.

ANTES Y DESPUÉS

Silvina y Cristian tienen una vivencia que los une indefectiblemente y que creen nunca se irá. “Cromañón es

para siempre”, aseguran sin dudarlo. Cristian estaba entrenando para ser profesor de educación física y para jugar al fútbol, pero por los problemas en los pulmones no pudo hacer ejercicio durante dos años. Gracias al

esfuerzo, se recibió, es profesor y da clases gratis de fútbol en Villa Centenario. “Los pibes son mi cable a tierra, después de Cromañón siempre el otro está primero”, reconoce. Silvina dejó las dos carreras que estudiaba por no poder estar con tanta gente en un ambiente, pero fundamentalmente perdió a su pareja. “Todo mi futuro con Marcelo falleció con él”, afirmó. Sin embargo, ella formó una familia, estudia abogacía por internet y da charlas en escuelas sobre Cromañón. “Si ayudo a que un chico tenga conciencia de

los riesgos, ya me siento satisfecha”, afirma.

Los dos salieron adelante, pero recuerdan la tragedia todos los días al buscar las salidas en cada lugar al que van, al no soportar la oscuridad y no tolerar el olor de una bengala. Y además conviven con el sentimiento más injusto: la culpa. “No puedo evitar pensar ¿por qué yo pude formar mi familia y todos ellos no?”, dice Silvina, mientras Cristian la escucha y afirma: “Hay pequeñas alegrías, pero la felicidad no es completa, porque cargamos con el peso de estar vivos”.

JUSTICIA

Para los dos sobrevivientes todavía no se hizo justicia, ya que la mayoría de los imputados no están presos.

“La banda y los funcionarios están libres por un tecnicismo y es que no cumplen la doble instancia (no existen

dos sentencias condenatorias firmes). Y estar hablando de esto a diez años de Cromañón no es justicia”,

asegura Silvina. En este marco, en marzo la audiencia revisará las condenas y confirmará o no las penas.

Marcha y bandas en Plaza de Mayo

Hoy, en conmemoración del aniversario de la tragedia, a partir de las 12 habrá bandas en vivo en Plaza de Mayo. Luego, a las 17, marcharán hacia Plaza Once, donde habrá una misa y luego se llevará a cabo un acto en el que recordarán a las 194 víctimas. ”A 10 años de Cromañón, la lucha contra la impunidad no debe cesar y por eso marcharemos todos juntos al lugar donde perdieron la vida tantos jóvenes”, reclaman familiares y

sobrevivientes.

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