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Argentina sumó otra decepción y ya lleva 23 años sin poder festejar

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argentina 1

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Chile frustró una vez más a la Selección de Martino, que llegó como favorita a Estados Unidos y a pesar de ser un poco más que su rival, no lo pudo quebrar y cayó en la definición por penales.

El objetivo, ese que no se podía escapar, el que era el sueño de todos, terminó una vez más en pesadilla. Argentina no pudo con Chile. No se sacaron ventajas en el tiempo reglamentario, ni en el alargue. Y en los penales, La Roja de Pizzi estuvo más certera y por segundo año consecutivo levantó la Copa.

Un título que a la Selección Argentina se le niega desde hace 23 años. Picante, por momentos brusco, permitido por un árbitro al que le quedó grande la final. Así fue el primer tiempo.

A Heber Lopes se le fue el partido de las manos. No sacó tarjetas cuando era necesario y confundió con las que mostró. Argentina y Chile rasparon más de lo que jugaron, y si hubo alguna cuota de fútbol, correspondió al equipo de Gerardo Martino.

Con su presión desde el pitazo inicial generó la primera llegada a los 16 segundos, con un derechazo de Banega que se fue cerca del palo derecho. Chile corría sin sentido detrás de la pelota, esa que circulaba en los pies de Messi, mientras Banega y Di María (que llegaron con lo justo), no incidieron demasiado en el trámite pero acompañaron en la medida de sus posibilidades.

Higuaín, atento a un error defensivo, quedó cara a cara con Bravo, pero la tocó suave y la pelota se fue por un costado. Dos faltas (la primera arriba de la rodilla) le hicieron acreedor de dos amarillas y la consecuente roja a Marcelo Díaz. Ahí todo se desvirtuó. Ya no hubo partido, entró en escena la lucha, la pierna fuerte y los reclamos hasta el hartazgo.

En esa vorágine, Lopes echó a Rojo y no contempló la patada de Aranguiz al lateral argentino que estaba caído. Argentina se acomodó con Mascherano de central, Funes Mori a la izquierda y Banega bajando a la posición del jugador del Barcelona.

El segundo tiempo fue más de ajedrez, no hubo adrenalina, bajaron las tensiones y se buscó más la tenencia del balón. Martino intentó con Banega más adelantado cuando entró Kranevitter. En el final hubo llegadas, como las de Vargas y el desborde de Beausejour y las de Agüero y Messi.

El alargue recién tuvo emoción en los 15 minutos finales. Romero se estiró para contener el cabezazo de Vargas y del otro lado, Bravo descolgó del ángulo otro del Kun Agüero.

Los penales definieron la historia. Y otra vez, Argentina vio frustrado su sueño. Romero atajó el tiro de Vidal y Messi, el que no falla, la tiró por arriba del travesaño. Castillo, Mascherano, Aranguiz, Agüero y Beausejour fueron eficaces.

Hasta que llegó Biglia y Bravo voló a su izquierda para desviar el remate. Silva aseguró el suyo y Chile festejó como en 2015. Argentina sumó un eslabón más a una frustración y ya lleva 23 años sin títu

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