Si somos una familia muy normal
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este domingo arranca “Silencios de familia”, que cuenta las peripecias de los diamante, un matrimonio conservador que tambalea cuando una tercera en discordia entra en escena.
“Silencios de familia”, el nuevo unitario de la factoría de Pol-ka, irrumpirá en la pantalla de El Trece el próximo domingo a las 22 con un elenco encabezado por Adrián Suar, que sólo vuelve a actuar en los papeles que calzan a la horma de su zapato, y por Julieta Díaz y Florencia Bertotti, dos actrices que trabajaron en varias ficciones de la aceitada productora. El reparto se completa con otras figuras, como Gloria Carrá, Marilú Marini y Fabián Vena. Mientras que los libros son de Javier Daulte y la dirección corre por cuenta de Daniel Barone, otros dos hombres habitués de la casa que suelen asegurar el éxito por adelantado. Pol-ka echa a mano al recurso del costumbrismo y de las historias familiares, que son el sello de la productora, con el devenir de los Diamante, una familia de clase media de un tradicional barrio de Buenos Aires, constituida por Miguel (Suar), su esposa Elisa (Díaz) y sus tres hijos adolescentes: Lara (19 años), Tobi (18 años) y Mía (15 años). Este matrimonio de mediana edad está muy aferrado a los valores tradicionales y preceptos conservadores. Siempre pegoteados comparten hasta el mismo espacio de trabajo, que no es otro que la casa familiar. Él tiene allí su consultorio odontológico, mientras que su esposa elabora y vende comida, en su microemprendimiento gastronómico.
Tres son multitud. Los Diamante son previsibles y sólo altera su rutina algún
inconveniente que puedan ocasionarle sus hijos. De todos modos, este status quo flaqueará cuando Fabiana (Bertotti), una nueva paciente de Miguel, aparezca en escena. Elisa confundirá a la recién llegada con una postulante para cubrir el puesto de asistente para su cocina y Fabiana, que justamente se halla buscando trabajo, aceptará el empleo. La joven, lentamente, se convertirá en una integrante más de la familia y Miguel empezará a mirarla con otros ojos. Mientras el vínculo odontólogo-paciente se torna cada vez más intenso, el matrimonio entre Miguel y Elisa entra en un período de desgaste. Ante este
cuadro de situación, comenzará un confuso triángulo amoroso que generará rupturas, idas y vueltas, y que llevará a Miguel a replantearse si quiere continuar junto a Elisa, algo que no le había sucedido nunca y no sabe cómo manejarlo.
Además, entre otros ingredientes que tendrá esta comedia, los Diamante aman el baile y lo usan como herramienta comunicativa. Como si esto fuera poco, van a terapia familiar grupal y completan el combo unos cuñados impresentables y una suegra que suele pasarse de copas y hacer papelones.