"Los incidentes se dieron solamente con tres manteros que se negaron a liberar carriles en calle Avellaneda, por lo que la Policía utilizó gas pimienta para dispersar a uno de ellos pero sin que hubiera incidentes mayores", precisaron a Télam fuentes del Ministerio de Seguridad porteño.

Desde esa cartera señalaron además que los manteros "ya se dispersaron" pero "con la promesa de volver mañana y no dejar abrir sus locales a los comerciantes de la zona".

Los incidentes ocurrieron cuando los manteros se dirigían hacia la Plaza Vélez Sarsfield, en Avellaneda al 3800, donde cerrarían con una asamblea un día cargado de protestas que comenzó esta mañana con un desalojo en ese barrio porteño.

En tanto, la versión de los manteros es que venían marchando "por Rivadavia y Nazca para terminar con una asamblea en Plaza Vélez Sarsfield, pero no llegamos ni a mitad de camino porque la Metropolitana nos interceptó con golpes y gas pimienta y dejó diez compañeros heridos", según contó a Télam Iván Terán, delegado de la organización Vendedores del Espacio Público de Flores.

El dirigente comentó que mañana harán una nueva asamblea a las 8 en Cuenca y Avellaneda para evaluar los pasos a seguir y aseguró que no quieren "heridos ni arrestados", pero que "no se moverán hasta encontrar una solución".

Efectivos de la Policía Federal y de la Metropolitana estuvieron esta mañana apostados a lo largo de 10 cuadras de la avenida Avellaneda para impedir a los manteros instalarse en el lugar, en un operativo que se extendió toda la tarde.

El fiscal General de la Ciudad de Buenos Aires, Luis Cevasco, había dicho el mediodía en declaraciones a esta agencia que el operativo duraría "lo que haga falta para evitar que se siga cometiendo una infracción a la ley: la venta ambulante".

"Desde el Ministerio Público Fiscal pedimos al Gobierno de la Ciudad que impida que se siga cometiendo esta infracción a la ley. El operativo es consecuencia de ese pedido y durará lo que tenga que durar para que la venta callejera cese", reafirmó Cevasco.

Según el fiscal, "la Justicia no investiga a los manteros sino a las organizaciones que los explotan" y estimó que "del futuro de los manteros se ocupará el Gobierno porteño a través de su Ministerio de Desarrollo Social".

En tanto, una mantera de nombre Chavela negó de plano esa versión y aseguró que trabaja en la calle porque no le alcanza el dinero para alquilar un local.

"Vivo en Bajo Flores, soy peruana. Tengo tres hijos, dos de ellos argentinos, que estudian a jornada completa en una escuela pública. Como yo, hay muchas otras mujeres que vivimos en Argentina hace años y estamos trabajando en esta feria", sostuvo.

"La brigada (como se refirió a la Policía Federal) viene a pedirnos 500 pesos por semana para que podamos seguir trabajando en la feria ¿Dónde está esa plata? No nos alcanza para alquilar un local", agregó.

El operativo se desplegó esta mañana a partir de las 4 por la avenida Avellaneda, desde Condarco hasta Bahía Blanca y las calles que las cruzan, en especial por avenida Nazca.