Una pareja de Lomas, en la final del Mundial de Tango
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Luego de haber llegado a las semifinales en la edición del año anterior, la pareja de bailarines que conforman Gabriel Salvi y Carolina Leonardelli, dos profesores de la Tecnicatura de Tango de la Escuela de Danza del Municipio de Lomas de Zamora, están en la final del Mundial de Tango que se define esta noche en el estadio Luna Park. “El año pasado llegamos a la semifinal y la apuesta de este año fue llegar a la final. Hay un nivel muy bueno, muchas parejas extranjeras de gran nivel que enriquecen la competencia con propuestas diferentes”, comenta Gabriel Salvi. Esta pareja, un orgullo local, irá esta noche por el premio mayor, competirá con bailarines de distintos puntos del país y también con participantes llegados desde Japón, Italia, Rusia, Estados Unidos y otras latitudes. Además se agregó, en esta oportunidad, un premio que es otorgado por el público a través de las redes sociales, con un viaje a Francia como trofeo. Se puede votar a esta en pareja a través de hashtag#TangoBA427, en Facebook y en Twitter. Antes de llegar a esta instancia, en la crema de los bailarines de tango de todo el globo, tuvieron que sortear instancias previas. “Tuvimos que pasar un par
de rondas clasificatorias en la Usina del Arte con dos jurados distintos. También en la Usina del Arte fue la semifinal”, recuerda el bailarín. “Estamos algo nerviosos. Nuestro objetivo fue llegar a la final y estamos sextos en muy buena posición. El objetivo está cumplido, ahora vamos por lo que venga”, señala Gabriel. LUNA Y MISTERIO. Gabriel tiene sólo 28 años y se topó por primera vez con el tango en su escuela primaria y dio sus primeros pasos con su mamá. Luego siguió perfeccionándose en la secundaria en una escuela polivalente especializada en danza en Luis Guillón. “Después seguí tomando clases particulares, no hay academias, hay maestros. Luego continué en el IUNA y después empezamos a viajar”, relata Gabriel. Gabriel Salvi y Carolina
Leonardelli son pareja de baile desde hace ocho años y la sensual danza del 2x4 generó que se trasformen en pareja dentro y fuera de la pista. Este amor surgido al compás del tango también generó la llegada de Thiara, de 4 años, su hija. Esta pareja, incluso junto con Thiara, recorrieron buena parte de Europa, Estados Unidos y distintos puntos de América latina. También llevaron su talento lugares remotos y en teoría poco tangueros, como Israel, Indonesia, Australia y Nueva Zelanda. “El tango tiene algo mágico, que impacta en todos lados porque es una danza linda, de abrazos. Además, entrás en una milonga en cualquier parte del mundo y ya te sentís en Buenos Aires, por ejemplo, en Dubai nos convidaron empanadas y en Israel, como sabían que éramos argentinos, vinieron con yerba”, cierra Gabriel sobre estas anécdotas de su diario de viaje.