Teatro Colón abre su temporada
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El colón inauguró su temporada con una ópera argentina homenajeando a Ginastera.
La ópera "Beatrix Cenci", del compositor Alberto Ginastera, atravesada por un sentido político y una atmósfera opresiva, inauguró la temporada lírica del Teatro Colón con un guiño al centenario del nacimiento del músico argentino y en una de tantas actividades celebratorias previstas para 2016, aunque -por razones simbólicas y de espesor de la obra- de singular centralidad.
Bajo la dirección musical de Guillermo Scarabino y la puesta en escena de Alejandro Tantanian, el Colón abrió su temporada con una ópera argentina estrenada en Washington, Estados Unidos, en 1971, y que ahora por segunda vez en la historia es interpretada en el coliseo porteño luego de haberse programado tardíamente en 1992.
Tras el estreno, anoche, habrá dos funciones más el viernes a las 20 y el domingo a las 17.
El mensaje de afirmación política siempre cobra un valor adicional en la apertura de una temporada y, en este caso, "Beatrix Cenci", además de la referencia obligada a Ginastera -que el Colón consuma desde una legitimidad mayor a otros espacios que acaso aparecen forzados más por el calendario que por su pulso estético-, remite también a los antecedentes de la obra.
Se trata de la última de las tres óperas del compositor argentino escrita después de "Don Rodrigo" (1964) y "Bomarzo" (1967). Las dos últimas, "Bomarzo" y "Cenci", fueron censuradas por las dictaduras argentinas, la primera por la de Juan Carlos Onganía y la segunda por la de Agustín Lanusse en un tiempo en que la negación oficial del peronismo comenzaba a trasmutar y emergía una nueva fisonomía política.
Esa traza de disputa del poder aparece a la vez en el libreto de William Shand y el poeta Alberto Girri, sobre la base de las "Cónicas italianas" de Stendhal y "Los Cenci", de Percy Bysshe Shelley.
Ginastera (1916-1983), señalado como emblema del "nacionalismo objetivo" en presunta oposición a un modernismo internacionalista, pone especialmente en entredicho esas categorías con "Beatrix Cenci", ópera que pertenece a su llamada etapa neoexpresionista, en el final de su trayectoria.
En cualquier caso, las zonas de préstamos y lazos con el dodecafonismo contribuyen a que el centro de la fuerza narrativa resida en los contornos teatrales y escenográficos de la ópera.
Allí emerge la potencia del relato sobre el Conde Francesco Cenci (Víctor Torres/Leonardo Estévez), que somete a su pueblo con su gesto opresivo al tiempo que exhibe su perversión celebrando la muerte de sus hijos y violando a su hija Beatrix (Mónica Ferracani/Daniela Tabernig)
Las víctimas se convierten en el instrumento de la venganza, que no es más que el origen de una nueva desgracia. El crimen de Beatrix es descubierto y ella torturada y ejecutada para encontrar finalmente una muerte que la vuelve a poner delante del fantasma de su padre.
"Beatrix Cenci" recibida en su primera noche con modestos aplausos por el público del Colón, inaugura acaso y más allá de sus méritos, un tiempo de programación más lejano al efectismo que predominó en los años anteriores. Al mismo tiempo constituye la primera de varias referencias a la obra de Ginastera que, con diferentes formatos, alumbraran en 2016 en el coliseo porteño.
Para Tantanian significó el retorno a la dirección en el Colón después de doce años cuando estuvo a cargo del estreno mundial de "Fuego en Casabindo", la única ópera compuesta por Virtú Maragno sobre la novela de Héctor Tizón.
La temporada lírica del Teatro Colón continuará con una ópera de perfil bien diferente, "Don Giovanni", con música de Wolfgang Amadeus Mozart y la dirección de escena de Emilio Sagi, en una producción propia del teatro que ofrecerá funciones el 5, 6, 8, 9, 10 y 12 de ab