Brown tenía en el banco la llave para una gran victoria
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En un partido cerrado, el ingreso de Joel Martínez fue determinante. El ex Lanús marcó el 2-1 sobre Villa Dálmine para volver a ganar en casa.
“Feliz porque ganamos de local y con nuestra gente”, dijo Pablo Vico a la salida del vestuario, luego del triunfo de Brown de Adrogué sobre Villa Dálmine por 2-1.
El Tricolor volvió a ser fuerte en el Lorenzo Arandilla, donde venía de un empate y una derrota, sacando adelante un partido áspero, duro y por momentos con pierna fuerte. Brown comenzó a construir su victoria al minuto de juego.
Desborde de Zaragoza, remate cruzado de García que no contuvo Otarola y Nieto, por atrás de todos, la empujó al gol. Sin Chávez (con una contractura), Vico le dio la responsabilidad del juego a Olivares y Nieto, que jugaron bien por delante de la línea conformada por Oviedo, Pereyra y Oroná.
Villa Dálmine emparejó pasada la mitad del primer tiempo, con Falcón y Recalde en la contención y proyectando a Formica por izquierda, que no dejó que Zaragoza pase al ataque con mayor frecuencia.
Y lo empató en la media hora, con un zurdazo de Figueira al primer palo de Ríos, después de una gran tapada del arquero en primera instancia. Brown estuvo media hora buscando la manera de vulnerar al rival y recién lo hizo a partir de los cambios con los ingresos de Joel Martínez y Brian Gómez para complicar con su velocidad por afuera.
De un pelotazo largo, Martínez encaró por derecha, ganó la posición y sacó el remate esquinado que superó el achique de Otarola. El local lo pudo liquidar porque Dálmine se descuidó y De La Riva sacó dos defensores para acumular gente arriba. Tres veces lo tuvo García.
Un mano a mano, un remate de afuera al ángulo y un cabezazo, todos abortados por el arquero del Violeta. Al final, Brown defendió con uñas y dientes la victoria que le permitió alcanzar los 52 puntos y el séptimo puesto, que lo acerca al objetivo de la permanen