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El fenómeno Canticuénticos despide el año en Buenos Aires

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La banda de música para niños despedirá su exitoso 2016 con cuatro funciones, dos el sábado en el Auditorio de Belgrano y otro par el domingo en el Teatro Gran Rivadavia, en ambos casos a las 15 y a las 17.30.

“Nos alegra saber que nuestra voz es una de las que está colaborando en la creación de un género musical propiamente pensado para los niños”, subrayó a Télam el guitarrista Daniel Bianchi, uno de los integrantes del conjunto.

Lejos de cualquier pretensión exclusivista, el músico apuntó que “pedimos siempre a los padres y docentes que tiren de la puntita de la madeja, porque van a encontrar trabajos muy lindos, en Argentina y en Latinoamérica, que muchas veces están olvidados o esperando a ser descubiertos, y que merecen llegar a todos los chicos”.

Canticuénticos completa su formación con la cantante, flautista, acordeonista y autora Ruth Hillar, las cantantes Daniela Ranallo y Laura Ibáñez, el bajista Gonzalo Carmelé y el baterista y acordeonista Nahuel Ramayo, intérpretes, instrumentistas y compositores a quienes se agrega la esmerada producción de Sebastián Cúneo.

A partir de canciones propias que se afirman en los géneros populares de Latinoamérica, la banda se convirtió en la más importante aparición en música para chicos de la mano de la honda originalidad plasmada en tres álbumes: “Canticuénticos embrujados” (2009), “Nada en su lugar” (2013) y “Algo que decirte” (2015) y siempre refrendada en sus conciertos.

Durante las últimas vacaciones de invierno, la agrupación concretó una imponente seguidilla de 10 recitales en el porteño ND Teatro y también giró por el conurbano y desde octubre pasado retomó su andar por escenarios del país con una docena de shows.

Télam: ¿Cómo se gestó esta segunda tanda de viajes y presentaciones que terminan el 27 en el Gran Rivadavia?

Gonzalo Carmelé: Detrás de cada concierto hay un trabajo de producción muy importante que apunta a poder estar en cada lugar donde muchos amigos nos esperan. Venimos de andar por el sur del país, estuvimos en Bariloche, San Martín de los Andes y Neuquén y antes pasamos por Rosario, Córdoba, provincia de Buenos Aires, Uruguay y también por nuestra ciudad de Santa Fe donde participamos en los festejos del 443er. aniversario ante más de 20.000 personas.

Télam: ¿Qué balance hacen de la experiencia de la seguidilla de recitales en las últimas vacaciones de invierno?

Ruth Hillar: El balance es enormemente positivo porque mucho más allá del éxito de convocatoria, fueron tres intensas semanas recibiendo el cariño de muchísimos chicos y grandes.

T: ¿Qué fue lo que más los sorprendió?

Gonzalo: Está la sorpresa de cada concierto, en el ida y vuelta con el público, que se acerca a contarnos cosas, a compartir con una alegría sincera que nos llena el corazón. Muchas historias que nos hacen llegar son muy fuertes, y es muy lindo ver que lo que uno hace entra en las vidas de las personas de esa manera.

T: ¿La repercusión de esas actuaciones coloca a Canticuénticos en otro lugar?

Nahuel Ramayo: La verdad es que la repercusión que está teniendo el grupo nos llena inmensamente de alegría, pero esto también trae consigo un mayor compromiso para trabajar en pos de lo que creemos, hacerlo con mucha dedicación y respeto, reafirmando que cuando las cosas, en este caso la música, salen desde el lugar más honesto de uno, cobran otro valor.

Además, creemos que nuestra música, Argentina y Latinoamericana, es inmensamente bella y queremos compartirla-transmitirla de la mejor forma posible, para que a las personas a quienes les llega nuestra música no pierdan ese hermoso contacto con lo propio, ya  que muchas veces, la hiper-información, característica del sistema en el que vivimos, nos hace olvidar de dónde venimos y lo bello que es nuestro lugar.

T: ¿Qué cosas están proyectando para 2017?

Ruth: Para el año próximo planeamos seguir recorriendo nuestro país y viajar a varios países vecinos y no tanto para encontrarnos con los chicos y grandes que nos esperan. Al mismo tiempo vamos a seguir sumando videos a nuestro canal de YouTube y trabajando sobre canciones nuevas para un cuarto disco.

T: ¿Cómo trabajan la música y los textos de sus canciones? ¿Qué aparece primero?

Ruth: No hay una sola forma de despertar una canción. A veces es una idea que anda rondando, o algo que nos conmueve. A veces viene de la mano de una palabra o una frase, a veces de una melodía que empezamos a tararear sin querer. Las maneras de nacer de una canción son muchísimas pero siempre están la predisposición y las ganas de recorrer ese camino de descubrimiento.

T: ¿Cuál es el criterio de los arreglos?

Daniel Bianchi: Los arreglos son el vestido para una canción. Tratamos de descubrir lo esencial de cada tema y a partir de ahí lo arropamos. A veces usamos formas de arreglar más tradicionales, correspondientes a la usanza típica de cada género, pero a veces nos gusta escaparnos de ese molde y aportar una mirada propia. Generalmente los instrumentos y voces se ponen de acuerdo para transmitir y reforzar el mensaje de cada canción. También, y esto es muy propio del genero infantil, hay momentos en que los instrumentos juegan: Gritan, hablan en secreto, se detienen, se ríen...

T: ¿Cómo viene la experiencia de la colección “Canticuénticos en papel”?

Ruth: La idea “Canticuénticos en papel” surgió de Sebastián y nos pareció que era una forma muy hermosa de contribuir al vínculo de los chicos con la lectura y rescatar el valor de los libros como compañeros de vida. Estamos muy felices de trabajar con Estrellita Caracol, una ilustradora que hace maravillas con papeles y tijeras y a la que sentimos muy cercana a la estética de Canticuénticos. La respuesta del público fue increíble. En muy poquito tiempo tuvimos que reimprimir el primer título “El mamboretá” y ya estamos trabajando sobre el segundo que será “Noni noni

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