Murió Horacio Guarany, un grande de la música popular
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El cantante y compositor folklórico falleció ayer por la madrugada en su casa de Luján a los 91 años a raíz de un paro cardiorrespitario. Deja 57 discos grabados y un legado inmenso a la cultura argentina.
Horacio Guarany, uno de los grandes ídolos populares del Siglo XX, falleció ayer por la madrugada a los 91 años en su casa de Luján, a causa de un paro cardiorrespiratorio, luego de que su salud se deteriora en los últimos meses. Este compositor, cantante y referente del folklore argentino tuvo una carrera profesional de más de 60 años, siempre acompañado por un numeroso público y por una legión de fieles seguidores, dejó un enorme legado en música popular argentina. Vivía desde 1989 en una quinta cercana a la basílica de Luján a la que dedicó la canción “Romance de Plumas Verdes”, y padecía desde hace años problemas cardiovasculares, que no lo alejaron del todo de sus proyectos.
SUS PRIMEROS PASOS. Nació en 1925 en la localidad santafesina de Las Palmas como Eraclio Catalín Rodríguez Cereijo, hijo de un indígena correntino y de una española que tuvieron una numerosa prole de 14 hijos. Hizo sus primeras armas con la Orquesta de Herminio Giménez, cantando música paraguaya y en idioma guaraní. En 1957 debutó en Radio Belgrano de Buenos Aires, consiguiendo que su interpretación de “El mensú”, de los hermanos Ramón Ayala y Vicente Cidade, se difundiera en las radios de Buenos Aires. Con 57 discos solistas editados y una carrera musical que se remonta a 1957, Guarany fue a lo largo de las décadas una de las voces principales de la Plaza Próspero Molina en el Festival Nacional de Cosquín, donde se presentó por primera vez en 1961, y del folklore argentino. Compositor de obras fundamentales del cancionero folklórico, como “Guitarra de medianoche”, “Milonga para mi perro”, “La guerrillera”, “No sé por qué piensas tú”, “Regalito” y “Si se calla el cantor”, quizás su canción más popular. Muchas de sus célebres composiciones acompañaron las letras del gran poeta tucumano Juan Eduardo Piatelli, como “Canción del perdón” o “No quisiera quererte”, entre tantas otras. En 2014 había protagonizado “El grito en la sangre”, película basada en su novela gauchesca “Sapucay” que, dirigida por Fernando Musa, marcó su regreso a la pantalla grande tras casi 40 años de ausencia. En los ’70 fue el protagonista de
“Si se calla el cantor” y de “La vuelta del Martín Fierro”. Su filiación con el Partido Comunista le generó la persecución de la Triple A y debió exiliarse en 1974, regresando al país cuatro años después. Durante la Dictadura sus discos fueron prohibidos y a duras penas pudo presentarse sólo en escenarios del Interior. También apoyó la candidatura de Carlos Menem, al que lo unía una amistad, aunque luego aseguró no compartir las medidas económicas de ese gobierno. Mantuvo una admiración mutua con Mercedes Sosa y de las nuevas generaciones tenía como predilectos a Soledad Pastorutti, con quien grabó un disco, y a Luciano Pereyra. Además, fue siempre un mito su buen gusto por el vino y también admitió que tuvo una peña en la que el vino salía por las canillas, en lugar del agua. La familia de Guarany informó que realizarán un velatorio común, a pesar de fueron ofrecidos a tal fin el Congreso y la Legislatura porteña.
AL MAESTRO CON CARIÑO. Poco después de tomar dominio público la muerte de Horacio Guarany, en las redes sociales comenzaron a difundirse las condolencias, entre ellas las del hijo de Mercedes Sosa, Fabián Mathus, que escribió en su cuenta de Facebook: “Falleció mi tío Horacio, el cantor del pueblo, me quedo triste, celebrándolo como siempre, pero triste”. También Valeria Lynch en su Twitter escribió: “Se fue uno de los referentes más importantes de nuestro folklore, querido y admirado”.