Desde hace 35 años, el Club de Leones de Quilmes Villa La Florida ayuda a la comunidad
CUENTA CON UNA SEDE SOCIAL.
Juan Cambón es uno de los socios fundadores de la institución y colabora con sus vecinos. “Es una satisfacción hacer una obra de bien”, dijo. Además, apunta a trasmitirles su experiencia a los más jóvenes.
El Club de Leones Quilmes-Villa La Florida ya superó los 35 años de vida, dedicados a atender las necesidades de la comunidad y brindarles a los vecinos un espacio social para que puedan realizar diversas actividades. Juan Cambón es socio fundador de la institución y actualmente sigue en actividad en la ONG, trabajando a la par del actual grupo y trasmitiéndoles a los más jóvenes su experiencia.
En 1984 fundó, junto a otros 21 vecinos de la localidad, el Club de Leones Quilmes-Villa La Florida, que surgió a sugerencia de dos clubes vecinos: Florencio Varela El Cruce y San Francisco Solano. “Sin saber mucho, nos empezamos a juntar en la parroquia de la localidad, donde nos prestaban un espacio para reunirnos”, indicó Cambón sobre los primeros pasos.
“Todo lo hecho fue a pulmón, sin recibir ayuda de nadie ni contar con un subsidio”, explicó el vecino.
Gracias a dos rifas solidarias, una de una propiedad y otra de un auto, los participantes del club pudieron recaudar fondos para comenzar a construir con un gran esfuerzo su propia sede, ubicada en la intersección de las calles 878 y 845. “Todo lo hecho fue a pulmón, sin recibir ayuda de nadie ni contar con un subsidio”, explicó el vecino de Villa La Florida.
Además del lugar físico donde se puede practicar fútbol, vóley, taekwondo, handball y patín, el club siempre está atento a las necesidades de las personas y las ayuda, trabaja junto con comedores de la zona, brinda un servicio de préstamo de objetos ortopédicos y combate los problemas visuales, como la ceguera y las cataratas, a través de un relevamiento por las escuelas de la localidad.
“En una oportunidad organizamos una lotería familiar a beneficio de un vecino que necesitaba unas valvas ortopédicas. Con lo recaudado, logramos llegar al objetivo y cambiarle la vida a ese chico”, contó el hombre de 76 años sobre la verdadera vocación de ser León.
Rápidamente agregó que otro foco fundamental es la labor con los jóvenes y el Club Leo: “Estar en una institución como ésta les sirve para aprender valores de respeto, servicio y formarse como buenas personas, también ayudar a la comunidad y trabajar en conjunto con los Leones. Para mí, es la función principal de nosotros, los adultos”.
“Es una satisfacción hacer una obra de bien y ayudar al prójimo. Que un vecino te agradezca por un acto, por más mínimo que parezca, no tiene precio”, señaló Juan, emocionado.
Juan tuvo que vivir muchos altibajos, incluso momentos en donde no se sabía si el club podría seguir permaneciendo de pie: “Por suerte pudimos sobreponernos y en este momento nos encontramos en un momento de resurgimiento. Se han sumado nuevas voluntades jóvenes, que cuentan con mucha energía y proyectos”.
Los Clubes de Leones son una organización internacional de servicio que se encuentra en más de 200 países y que supera los 45.000 clubes en todo el mundo.
La idea de él es seguir ligado al club, pero ceder de a poco su espacio para que las nuevas generaciones tomen las riendas y continúen con el legado: “Con el paso de los años, el físico pasa factura. Quiero acompañar y aportar mi visión u opinión cuando me necesiten”. Para finalizar, agregó que le gustaría que hubiera un convenio con el Municipio de Quilmes para traer actividades gratuitas y para el alcance de todos los vecinos.
Los Clubes de Leones son una organización internacional de servicio que se encuentra en más de 200 países y que supera los 45.000 clubes en todo el mundo. “Nosotros servimos” es su lema, en clara referencia al compromiso desinteresado sin recibir nada a cam