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Otro paso atrás de Argentina, que sufre para clasificarse al Mundial

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La Selección no pudo de local con el último de la tabla y lo empató con un gol en contra. No tiene juego, Messi carece de socios y a dos fechas del final, ir a Rusia depende de un milagro.

Argentina volvió a cumplir un papel decepcionante y complicó su clasificación al Mundial de Rusia. En el Monumental, empató 1-1 ante la débil y eliminada Venezuela y deberá dar el máximo frente a Perú y Ecuador para lograr la clasificación o al menos aspirar al Repechaje, lugar que hoy ostenta.  Resulta increíble ver a una Selección arrastrándose en la cancha, con la Messi-dependencia como única arma. Siempre Messi. El resto ausente. O se contagia con él o se pierde cuando no aparece. Así, no. Seguimos esperando por Dybala, Di María, Banega. Ojalá despierten a tiempo. Se viene Perú, que está yendo directo al Mundial. Será un partido con todo en juego. El dominio absoluto de Argentina no se reflejó en el marcador. Y si Venezuela mantuvo el cero en su arco, fue pura responsabilidad de Faríñez, que sacó todo lo que le tiraron. Con Messi como estandarte, la Albiceleste buscó todas as posibilidades, fue con Di María (hasta que lo condicionó una nueva lesión) y Acosta por afuera, con Dybala asociándose con Messi e Icardi marcando el lugar de referencia en el área. En tan sólo tres minutos, Icardi quedó cara a cara a gol, pero el 1 ganó en el cierre. Argentina le puso intensidad al juego, verticalidad, ante un rival que sólo se defendió en la figura de su arquero.

Chancellor se lo sacó a Banega en la línea, Icardi y Dybala no pudieron meterla y hasta Messi no pudo con Faríñez. Y llegó el gol, pero de la visita. Pelota perdida en ataque, falló la marca y Murillo definió ante la salida de Romero. Al silencio le siguió un murmullo, caras desencajadas. Al rato vino el empate. Centro de Acuña y Fletscher batió su propio arco. Con mucho por recorrer, Argentina entró en la confusión con problemas de traslado y jugado atrás. El nivel de algunos jugadores era alarmante. Sampaoli, tan o más nervioso que su equipo, cambió fichas: Benedetto por Dybala y Pastore por Icardi. El contexto no ayudó, entraron en el desorden y el choque reiterado. No hubo milagro. Sí, porque se necesitaba un milagro. Como el que Argentina buscará en las próximas dos fechas.

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