¿Cuál es el plan?
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“No hay motivo para preocuparse cuando el dólar se mueve”, soltó muy cómodo desde Hamburgo el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, intentando llevar tranquilidad a los empresarios pymes después de varios días de alza sostenida de la divisa norteamericana.
Por Nicolás Sagaian
La cotización del dólar desde finales de junio se disparó cerca de 7% y perforó por primera vez la barrera de los $17, a pesar de haber acortado la tendencia el jueves y el viernes. El billete ayer operó a la baja por segundo día consecutivo y terminó $17,29 en las pizarras de los bancos.
La disparada de uno de los pocos brotes verdes que vio crecer el Gobierno desde 2015 llevó preocupación a algunos empresarios y generó incertidumbre en la city porteña. Tal es así que, por estas horas, se especula todo tipo de escenarios posibles a futuro sobre qué sucederá con el billete, cómo repercutirá esto en la inflación y cuál es el plan oficial.
Lo cierto es que de momento el Gobierno no se muestra preocupado por el tema, más allá de que este panorama lo complica bastante en medio de la campaña.
Las metas de inflación propuestas para 2017 parecerían muy difíciles de alcanzar si al combo se le suma el incremento de las naftas, que seguramente repercutirá en el valor de la mayoría de los productos de los mercados. Julio se perfila a ser un mes complicado para los precios.
Según la consultora Elypsis, que mide la evolución online de más de 300 mil productos, el rubro de alimentos y bebidas se encareció 1,8% durante junio. Y se volvió a colocar entre los de mayor suba. El punto de partida es demasiado alto para esperar una cifra mucho más baja ahora.
Las autoridades del Banco Central y el Ministerio de Hacienda, mientras, hacen la vista gorda. Consideran al dólar y a la nafta como dos bienes aislados del resto de la economía, cuando todos saben que esto no es así.
“Es un error no defender el valor de la moneda y pensar que el mercado se va a equilibrar mágicamente”, sostuvo el director ejecutivo de la Fundación Libertad y Progreso, Aldo Abram.
En ese contexto, entra otra variable: el tipo de cambio sigue atrasado para el mercado si el que lo evalúa es un industrial.
Es que a pesar de la escalada de los últimos días, la inflación a hoy a sigue por encima de la depreciación del peso. El Banco Central asegura que al menos algo de competitividad se logró en los últimos días.
Es cierto: el Índice de Tipo de Cambio Real Multilateral -que se elabora teniendo en cuenta los distintos comportamientos de las monedas de los principales socios comerciales de Argentina ganó 10% desde mayo hasta la actualidad.
Pero esto tampoco alcanza. Los industriales dicen que para frenar las importaciones hace falta una devaluación mayor. Si esto sucede, el golpe para las pymes será muy fuerte seguramente ante la sostenida apertura de las importaciones.
Por eso, el Gobierno debe resolver esta encrucijada antes de que sea demasiado tarde. Los desajustes de la macroeconomía no le dan mucho margen a la Casa Rosada que por ahora no parecería tener un plan cl