Otro año dando las noticias de nuestro barrio

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Son tiempos difíciles para hacer periodismo. La aparición de internet revolucionó los medios de una forma inimaginable, en especial a los escritos. Y mucho más a los zonales. Lamentablemente, muchísimos diarios históricos tuvieron que achicarse en los últimos años e incluso algunos incluso cerraron. Por eso hay que celebrar que La Unión, un emblema tanto del periodismo como de Lomas de Zamora, siga saliendo a la calle todos los días. Son muchos años en nuestro barrio: este martes se cumplen 121 años de su fundación. ¿Qué tal?

El primer número de La Unión se imprimió el 6 de marzo de 1897. En formato sábana y con sólo cuatro páginas, el periódico salía entonces sólo los fines de semana, a un precio de 5 centavos por ejemplar. Al igual que sucedía en el resto de la Argentina, donde se creaban nuevos medios sin parar, sus fundadores, Filemón Naon y Victorino Reynoso Cabral, decidieron hacer lo propio y se pusieron a trabajar en la calle Laprida 355 con dos humildes máquinas impresoras Marinoni. Usaban papel resma, imprimiendo hoja por hoja. En la redacción se escribían las notas a mano y luego el letrista armaba las páginas que salían impresas a la calle en un formato novedoso para la época, acompañadas por los recordados avisos clasificados.

Desde aquel año, el viejo diario lomense nos informó día a día sobre lo que sucedía en el mundo, el país y, sobre todo, en nuestro barrio. No fue fácil, por supuesto: tuvo que soportar crisis económicas, vaivenes políticos y comerciales y hasta un cambio de nombre. Es que entre 1955 y 1957, tras la llamada Revolución Libertadora que derrocó a Juan Domingo Perón, el medio fue censurado por no poner en sus páginas el lema “el año del Libertador General San Martín”, un requisito obligatorio impuesto por el Gobierno militar. La Unión, entonces, tuvo que rebautizarse como El Regional.

Al igual que tantas otras grandes instituciones de Lomas, La Unión dejó (y sigue dejando) una huella en el corazón de todos los que vivimos en esta zona. Nunca olvidaré cuánto me gustaba pararme frente a los grandes ventanales del edificio de la avenida Hipólito Yrigoyen, a pocos metros de la Plaza Grigera. En ese entonces era un pibe que todavía ni soñaba con ser periodista, pero disfrutaba muchísimo leer las noticias del día en unas pizarras oscuras, las fotos en blanco y negro, los resultados de los partidos de Los Andes, Banfield y Temperley y los horarios del cine. Por esas vueltas de la vida, hace un poco más de siete años que tengo el orgullo de pertenecer y escribirles domingo a domingo unas líneas sobre la historia de nuestro barrio. Es un privilegio. ¡Feliz cumple, La Unión!

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