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Agustín Sosa: un lateral que tiene cimientos bien firmes

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El defensor de Temperley ayuda a su papá albañil en este receso de fútbol junto a su hermano Franco, también jugador del Celeste, y así disfrutan sus vacaciones. Además, los dos están construyendo sus habitaciones.

Nada le resultó fácil. A todo le tuvo que poner garra y sacrificio. La vida de Agustín Sosa, ese joven lateral de Temperley que ya se ganó un lugar en el equipo, estuvo marcada por el esfuerzo y la constancia y hoy comienza a ver los frutos de todo su sacrificio.

El lateral no tuvo una infancia sencilla, desde chico supo que todo implicaba un esfuerzo, y eso lo marcó a fuego. Tan es así que ahora, en su momento de vacaciones, no se toma descanso y ayuda a tu papá, albañil, en los trabajos que realiza. Lo hace junto a su hermano Franco, también integrante del plantel del Gasolero y autor de un gol en la Superliga.

“Desde chico ayudamos a mi papá en su trabajo, es algo que nos gusta y lo disfrutamos. Siempre lo hicimos y ahora también. Somos peones, hacemos todos los trabajos de fuerzas, y lo hacemos para darle una mano”, contó el lateral, de apenas 17 años, a Diario La Unión.

El oficio de albañil es característico de la familia Sosa, como también lo es el de futbolista. Ricardo, el papá, le enseñó el oficio a sus tres hijos mayores, todos futbolistas: Leandro, el más grande, que actualmente juega en Argentino de Quilmes y es maestro mayor de obra, y también a Franco y Agustín.

“Esto viene de familia. Hace un par de años, cuando estábamos mal, Leandro lo ayudaba a mi papá y por eso se recibió de maestro mayor de obra. Cuando lo logró, al poco tiempo de eso, debutó en primera, todo comenzó a ir mejor, pero él, como nosotros, nunca dejamos de ayudar a mi viejo”, comentó el lateral del Celeste.

Agustín y Franco aprendieron el oficio por su papá y en este momento de vacaciones, le sacan provecho. Los dos, además de darle una mano a Ricardo, también avanzan con la construcción de sus dos habitaciones, que la comenzaron hace tres meses y ya están en los últimos detalles.

Y ahora, para afrontar estos gastos y también para realizar donaciones a futuro, los hermanos Sosa realizarán este domingo un torneo de fútbol femenino en el club La Farola, en Burzaco, en el que habrá 5 mil pesos para el ganador y también habrá sorteo de botines y camisetas del fútbol.

Hasta el momento, hay ocho equipos inscriptos y todavía hay cupo para cuatro más. Los interesados podrán contactarse con los hermanos Sosa a través de las redes sociales Instagram (@sosa_agustin.00 y @francososa14) y Facebook (Agus Sosa y Franco Sosa).

Así, sin perder la humildad y con los cimientos firme, Agustín y Franco Sosa disfrutan sus vacaciones, luego de un semestre en el que se afianzaron en primera y sumaron varios partidos en el Gasolero.

BAJAR LOS BRAZOS, JAMÁS. Agustín Sosa logró todo con esfuerzo y eso le pasó en su carrera como futbolista.  Y es que en Inferiores, no era tenido muy en cuenta, estaba más en el banco que como titular, pero eso no lo cambió ni le hizo bajar los brazos. “Mi convicción era clara, yo quería llegar a primera y nadie me lo iba a quintar. Por suerte, lo logré”, remarcó el lateral.

Recién en sexta división, Sosa se afianzó como titular y, luego de cuatro partidos, pegó el salto a Reserva, de la mano de Ariel Furcade, y de ahí también fue rápido su salto a primera. “En noviembre jugué dos partidos en Reserva, ya en enero estaba de pretemporada con el plantel profesional y en febrero debuté. De no jugar en sexta, llegar a ser titular en primera es increíble y lo disfruto mucho, como toda mi familia”, cerró.

 

 

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