Temperley: la calle 25 de Mayo, una galería de arte a cielo abierto
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Con un nuevo mural en el cruce con Espora, avanza el embellecimiento en la zona comercial de Temperley Oeste, entre Meeks y Dorrego.
La calle 25 de Mayo de Temperley Oeste ya es toda una galería de arte a cielo abierto. Con murales e intervenciones en las fachadas de las casas y comercios que se erigen entre Dorrego y Meeks avanza la renovación completa de la zona, a partir de un proyecto impulsado por los vecinos con la coordinación de la artista Florencia Menéndez.
Este último fin de semana quedó finalizado el mural número 11 ubicado en el cruce de 25 de Mayo y Tomás Espora. De la imagen de abandono que exhibía esa esquina, con afiches pegados uno encima de otro y graffitis, casi no queda nada. La obra presenta dos figuras centrales, dos guardianas mujeres, con un diseño que posee influencias del art nouveau.
En la primera imagen se ve una primera mujer calma y meditativa y en la segunda, otra figura femenina en acción. Ambas están protegidas por ángeles que se elevan hacia el balcón, lo que le da más altura a la esquina, principalmente a la entrada del viejo local.
“Aparecen los 4 elementos, agua, fuego, aire y tierra. La flor de Lis, las rosas blancas a pedido de Olga (dueña de la casa), el detalle de las olas que repiten parte de su arquitectura, frases que apuntan al crecimiento personal, hojas de Guinkgo (el árbol más antiguo) y los colores claros para iluminar tantos años de abandono”, explicó Menéndez.
Para decidir qué pintar, la artista cuenta que se pone frente a las fachadas, las observa, presta especial atención a la arquitectura y al tamaño, los colores que la rodean y se dispone a crear. Claro que, charla mediante con los dueños de las viviendas, intercambia ideas y termina de definir el boceto que va a volcar en la pared para que la obra sea participativa.
La idea surgió el año pasado a pedido de los vecinos y se transformó en un proyecto formal que cuenta con aval del Municipio de Lomas. La intención es cambiarle la cara a una zona que durante años lució abandonada y en el último tiempo comenzó a cobrar nueva vida, a través de los pinceles, los colores y la luz que emite cada una de las obras.
Los vecinos, como no podía ser de otra manera, están más que agradecidos.
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