Desde el Incucai celebran la sanción de la “Ley Justina”
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Para su presidente, Alberto Maceira, la iniciativa busca generar conciencia en la sociedad sobre la donación de órganos. Fue aprobada por unanimidad en el Senado y en Diputados.
La Cámara de Diputados aprobó por unanimidad (el Senado ya lo había hecho de la misma forma) la llamada “Ley Justina”, en honor a la niña de 12 años fallecida en noviembre pasado a la espera de un trasplante de corazón. A partir de ahora, todos los mayores de 18 años pasarán a ser donantes, salvo que expresen lo
contrario.
Es por eso que nace la figura del “donante presunto”: ya no se requiere dejar voluntad expresa por la afirmativa sino que se garantiza “la posibilidad de realizar la ablación de órganos y/o tejidos sobre toda persona capaz mayor de 18 años, que no haya dejado constancia expresa de su oposición a que después de su muerte se realice la extracción de sus órganos o tejidos”. Eso sí, en el caso de los menores de edad, “se posibilita la obtención de autorización para la ablación por ambos progenitores o por aquel que se encuentre presente” o del representante legal.
“Una de las claves será la capacitación del personal, la creación de los servicios de procuración en hospitales de todo el país y tenemos las máximas expectativas, son temas que venimos conversando con autoridades de muchos hospitales y estamos convencidos que hay que cambiar el paradigma”, dijo Alberto Maceira, presidente del Incucai, en declaraciones radiales.
En Argentina hay 11.000 personas en lista de espera para recibir un órgano o tejido. Los órganos que tienen más pacientes en espera son la de riñón y la de córneas. “Pero en el país hay 30 mil personas que se realizan diálisis, por lo que la lista de espera de riñón potencialmente puede ser mucho más grande”, advirtió. Y agregó: “La intención de la ley es que la sociedad tome conciencia de la situación. Y luego en la reglamentación la norma se adapta a la situación de cada país.
“ME DA ESPERANZA”. El lomense Hernán Kouleff espera desde hace siete años un riñón para dejar de hacerse hemodiálisis, y afirma que esta ley le “da esperanza”. “Me pone muy bien, me emociona, me da esperanza creer que la gente se está concientizando sobre el tema”, remarcó este vecino que recorre hospitales, radios y entabla lazos con actores, para llegar a más gente y hablarles sobre la importancia de ser donante.
El viernes 13, a las 10, en el Hospital Italiano, participará de una charla del Incucai en la que se explicará los alcances de esta