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Lomas: con RCP, le salvó la vida a una nena de un año que se ahogó en una pileta

otro ejemplo que revalida la importancia de las técnicas de primeros auxilios . Hernán Garberoglio trabaja en el Servicio de Emergencias Lomas y socorrió a Mía Bringas, que se encontraba inconsciente en la vía pública.

En el lugar justo y en el momento correcto. La persona indicada. Hernán Garberoglio es enfermero, trabaja en el Servicio de Ambulancias y Atención Médica de Emergencias 107 de Lomas y fue quien días atrás le salvó la vida a Mía Bringas, una nena de un año y nueve meses, con maniobras de reanimación cardiopulmonar (RCP), ya que se había ahogado en la pileta de su casa.

SIEMPRE LISTO. El hecho, ocurrido por la tarde, sucedió cuando Hernán, de 44 años no estaba en servicio de guardia y se encontraba de civil. Había ido a la casa de su sobrina a visitarla, ubicada en la calle 400 de Ciudad Evita.

Yésica Torres es la mamá de Mía y explicó cómo sucedió el accidente: “Mi hija estaba en el fondo con su primita, en una pileta de lona, y nosotros las supervisábamos desde adentro de mi casa. La nena se agachó a buscar una muñeca y no pudo volver a salir a la superficie”.

Desconcertada, contó que la sacó del agua bruscamente y lo primero que atinó fue a llevarla a la vereda para llamar a los vecinos.

Hernán relató el momento exacto en el que acudió al socorro de la vecina desesperada: “Escuché gritos de una señora que pedía ayuda y tenía a su hija en brazos. Me dijo que se había ahogado, la coloqué sobre mis piernas y le empecé a practicar RCP por no sé cuánto tiempo”. Mientras todo transcurría, Yésica le pedía desesperadamente que la salvara.

El Licenciado en Enfermería aseguró que la nena estaba inconsciente, con los labios morados por la obstrucción respiratoria y “sin signos vitales”, por lo que se percató de inmediato que la situación era crítica. Tras las maniobras, la beba comenzó a largar el agua ingerida, seguido de llanto.

“No te podés imaginar la satisfacción que sentí en ese momento cuando retomó el conocimiento, se me pone la piel de gallina al recordarlo”, detalló, emocionado, sobre las primeras sensaciones al saber que su trabajo había resultado exitoso. “Me vino el alma al cuerpo, fue el momento más horrible de mi vida”, relató la mujer de 21 años al ver que su hija reaccionó a los masajes hechos por Hernán.

Quien es oriundo de La Matanza, pero que trabaja en Lomas hace 5 años, contó que lo primero que hizo fue hablarle a la nena para tranquilizarla y calmó a los vecinos que estaban en el lugar.

DESENLACE. Tras el episodio, llamaron a un móvil de la Policía, llevaron a la niña a una sala de primeros auxilios y luego a la Clínica Privada Figueroa Paredes para que la revisaran y allí los médicos constataron que se encontraba en buen estado y sin secuelas, aunque decidieron dejarla en observación por 48 horas para controlar su evolución. “Estuve del otro lado y entendí que un minuto es una eternidad”, admitió Hernán. Además, el enfermero recibió múltiples llamados de parte del Municipio y de su trabajo para contenerlo y felicitarlo por el trabajo realizado.

“Lo crucé a Hernán hace unos días, yo justo estaba con mi hija. Le agradecí inmensamente y lo abracé”, indicó Yésica. “Le di un beso grande a Mía y me comprometí a llevarle un oso de peluche de regalo”, contestó el enfermero sobre el emotivo reencuentro entre las partes involucradas.

Hernán explicó que es instructor de RCP y agradeció la constante capacitación que recibe por parte del Municipio de Lomas, que les enseñan a utilizar las herramientas necesarias para este tipo de urgencias, aunque admitió que es muy creyente y le atribuyó la mitad del milagro “al de arriba”. “Tengo 25 años de experiencia en emergencias intrahospitalarias y fue la primera vez que estuve solo con mis manos, sin equipamiento. Después caí que pude salvar una vida”, cerró Garberog

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