Desbaratan un búnker con medicamentos
en san cristóbal. Tras una investigación se logró detectar extraños movimientos de mercadería en una droguería de la Ciudad.
La Fiscalía de la Ciudad de Buenos Aires desmanteló una banda que vendía medicamentos en el mercado negro y que poseía productos farmacéuticos por un valor aproximado a los $150 millones.
En el procedimiento que tuvo lugar este martes se secuestraron más de 1 millón de cajas de remedios que se distribuían desde una droguería y otro depósito ilegal ubicados en el barrio de San Cristóbal.
El operativo se concretó a raíz de una investigación de la División Delitos Contra la Salud de la Policía de la Ciudad. Los agentes de esa fuerza comprobaron que en una droguería del barrio de San Cristóbal se comercializaban medicamentos en forma directa a negocios del barrio o clientes particulares sin autorización.
Las averiguaciones comenzaron tras la detención de tres sujetos, a los que se les encontró una "importante cantidad de sustancias medicinales compradas en el mercado clandestino", indicó la Fiscalía a través de un comunicado.
Tras diversas observaciones, se pudo corroborar un inusual movimiento de mercadería considerando las medidas habilitadas para el depósito donde operaba la droguería, ubicada en Cochabamba al 2600.
Con esta información, la fiscal Rocío López Di Muro convocó a efectivos de la Policía de la Ciudad, la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT), a la Dirección de Fiscalización, Control y Sanidad de Fronteras del Ministerio de Salud de la Nación, al Ministerio de Salud de la Ciudad de Buenos Aires, al Ministerio de Ambiente y Espacio Público de la Ciudad e inspectores de la Agencia Gubernamental de Control (AGC) para que realicen las inspecciones correspondientes.
En el procedimiento, se encontró que en la droguería había un subsuelo con una entrada ciega y en su interior más de 375 mil cajas de diferentes medicamentos.
Pero la sorpresa llegó más tarde, cuando los agentes descubrieron que tras recorrer el pasillo principal, con una estantería corrediza había una puerta secreta que conducía a un "búnker de drogas".
Ese depósito se trataba de un local contiguo, en principio separado de la droguería, pero al cual se accedía a través de esta puerta escondida.
Allí se encontraron más de 400 pallets de cajas de medicamentos, sin la conservación adecuada.
El lugar además tenía su propio montacargas, donde se llevaba la mercadería hacia un primer y segundo piso. En esos sectores se secuestraron otras 650 mil cajas de remed