Las niñas se empoderan pero sufren la cosificación
Sociedad. Un estudio de la empresa PerryUndem con cerca de mil jóvenes mostró los avances que genera la discusión sobre el feminismo en las nuevas generaciones. Aunque algunas cuestiones de antaño se mantienen vigentes.
La mitad de las jóvenes aseguró haber recibido o escuchado comentarios o chistes machistas en su vida cotidiana.
Barbuto asumirá como presidenta en octubre.
El esfuerzo más visible y global del movimiento feminista para ganar terreno en la discusión de los géneros va teniendo repercusión en el pensamiento y la forma de vivir de las nuevas generaciones.
Un estudio realizado por la empresa de investigación de datos, PerryUndem, muestra que las cosas están cambiando y a gran escala. Tras una muestra con mil chicos y adolescentes de entre 10 y 19 años, el 75% aseguraron que tener una carrera exitosa era muy importante para ellos, mientras que menos de un tercio consideraban casarse y tener hijos como objetivo vital, algo que en otra época era la base de una supuesta vida ‘realizada’. Incluso, esa idea de la mujer en la casa y el hombre en el trabajo también pierde lugar entre los chicos: el porcentaje de chicas superaba al de los chicos a la hora de considerar llegar a ser líder en una gran empresa.
En este sentido, en nuestro país se vio reflejada esta cuestión en el Club Banfield. Allí, Lucía Barbuto fue elegida presidenta, algo que nunca ocurrió en la historia de la institución y que tenía apenas un registro más en todo el fútbol argentino.
Sin embargo, todavía queda mucho trabajo por delante y las jóvenes siguen sufriendo del acoso. Según el estudio, se sienten más empoderadas pero más cosificadas que nunca.
Tres cuartas partes de las jóvenes afirmaron sentirse “juzgadas sexuales o inseguras como chicas” y sienten presión por ajustarse a los cánones de belleza porque “la sociedad consideraba que el atractivo físico era el rasgo femenino más importante”.
Por otra parte, la mitad de las jóvenes aseguró haber recibido o escuchado comentarios o chistes machistas en su vida cotidiana. Y, curiosamente, una de cada tres adolescentes escucharon comentarios de este tipo por parte de “hombres de su propia familia”.
Para los hombres, hay un estereotipo muy marcado. Un 75% de los chicos aseguraron que sentían la presión de estar fuertes físicamente, ser atléticos y practicar mucho deporte, al tiempo que debían hacer esfuerzos para no mostrarse débiles cuando se sentían tristes.
Claro está, algunas cosas cambian y otras todavía están vía de e
