La directora de la escuela donde trabaja la docente que fue torturada contó que recibió amenazas
en moreno. Aseguró que recibió una grave intimidación por su actividad en las ollas populares y protestas que se desarrollan en escuelas del distrito y además manifestó que los docentes de su colegio recibieron al menos tres amenazas, una de ellas de muerte.
Leila Méndez, directora del Centro Complementario 801, donde trabaja Corina De Bonis, a quien tres desconocidos le grabaron con un arma blanca en su abdomen la leyenda: "Olla no", afirmó que los docentes del establecimiento recibieron tres amenazas, una de ellas telefónica y dos escritas.
"En la última nos dijeron que la próxima olla la van a tener que hacer en Güemes y Roldán, que es el lugar en donde está el cementerio municipal", contó Méndez en declaraciones radiales.
De Bonis, de 47 años, fue abordada este miércoles por la tarde a la salida del establecimiento por tres hombres que la introdujeron en un auto, le dijeron "el que avisa no perdona" y le tajearon el abdomen, para luego liberarla, en pocos segundos.
Méndez señaló que "los padres de los alumnos también recibieron amenazas" y admitió que no está "en condiciones de acusar a nadie".
Los docentes mantienen ollas populares mientras las clases se encuentran suspendidas en los establecimientos educativos del distrito del distrito de Moreno desde agosto pasado, cuando por una explosión originada en un estallido de gas en la escuela 49 murieron la vicedirectora, Sandra Calamano, y el auxiliar Rubén Rodríguez.
Según Méndez, los docentes del Centro Complementario 801 le dan de comer mediante ollas populares a 250 alumnos, varios de los cuales piden llevarse comida para compartir con sus hermanos y padres: "Es una realidad que está creciendo", describ