La Unión | LOMAS

Hallan a una mujer asesinada en un hotel alojamiento de Lomas

SOCIEDAD. Por el hecho detuvieron a su exmarido que le habría confesado el crimen a su familia.

Las empleadas de limpieza de un hotel alojamiento de Lomas de Zamora encontraron esta mañana una escena brutal: una mujer de 51 fue hallada muerta sobre la cama de una de las habitaciones con claros signos de violencia. Por el femicidio, fue detenido su marido, quien le habría confesado el ataque a sus familiares.

El hecho fue descubierto alrededor de las 8.30 en el hotel Acapulco, ubicado en la calle Cosquín 788, en la zona de Villa Albertina. Minutos antes el hombre había pagado y se fue solo del lugar en un Peugeot 505 Negro. Eso llamó la atención de los encargados del lugar que se acercaron hasta la habitación 133 y se encontraron con la brutal escena.

Al ingresar, las empleadas encontraron tendida boca arriba a una mujer, identificada como Delfina Encarnación Quispe Pumahuacre (51), de nacionalidad peruana.

Según las fuentes policiales, la mujer tenía signos de violencia en su rostro y en otras zonas del cuerpo, y no se descarta que haya sido estrangulada. La autopsia determinará en las próximas horas las causas de la muerte.

Mientras se desarrollaban las primeras tareas investigativas, se presentaron en el hotel una excuñada de la víctima y uno de sus hijos para avisar que el exesposo de Quispe, un albañil identificado como Alfredo Agustín Noriega (53), había llamado para hacer una confesión.

“El hombre le dijo a la hermana que había tenido una pelea con su ex mujer ahí dentro del hotel, que se le había muerto y que la había dejado abandonada en la habitación”, reveló una fuente policial.

En base a los datos colectados por la Policía bonaerense, la fiscal de la causa, Marcela Juan, de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) de Violencia de Género de Lomas de Zamora, ordenó la aprehensión de urgencia de Noriega.

Los efectivos detuvieron al sospechoso mientras merodeaba el domicilio de una de sus hermanas, situado en la calle Julio Verne, entre Emerson y Ameg

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