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Damián Bruno, entre los 20 mejores del mundo

Taekwondo. El taekwondista de San José brilló en el Mundial de Poomsae en China Taipéi y terminó en el puesto 17 en la categoría más difícil. Se transformó, además, en el primer argentino en superar la primera fase del certamen.

Damián Bruno tuvo un gran paso en el Mundial de Poomsae (formas) en China Taipéi y consiguió algo histórico para el país: finalizó dentro de los mejores 20 del planeta al concluir en un valioso puesto 17 (sobre 40 competidores). Y con eso, puso su nombre en lo más alto, transformándose en el primer argentino en superar la primera ronda de esta competencia que reúne a los mejores exponentes de la disciplina.

Este atleta de Temperley, de 26 años, compitió en la categoría más complicada (Adultos 1) y estuvo a la altura de los mejores. En su primer combate superó al rival de Austria, y con ese resultado logró su gran objetivo: llegar a la segunda ronda. Luego, en la instancia superior, no pudo con el exponente de Corea del Sur, que terminaría siendo el campeón de la competencia y el mejor deportista del torneo.

“Si el sorteo hubiese sido un poco mejor, seguramente el resultado hubiese sido otro. Mi nivel estuvo a la altura de los mejores y fue una lástima cruzarme tan rápido con él, que realmente es muy bueno. Si eso no pasaba, la historia hubiese sido otra”, se lamentó Bruno, que es un referente de la disciplina y oriundo de San José.

“El objetivo que fuimos a buscar con mi entrenador, que era pasar la primera fase, lo conseguimos y eso me dejó muy contento porque se logró algo que parecía imposible".

Sin embargo, al margen de ese cruce poco fortuito, el atleta local terminó muy satisfecho con lo que fue su participación en el Mundial porque, por un lado, hubo “poca diferencia” en los puntajes con el mejor del mundo (sólo 50 centésimas) y, por el otro, demostró que está “a la altura” de los mejores de la disciplina.

“El objetivo que fuimos a buscar con mi entrenador, que era pasar la primera fase, lo conseguimos y eso me dejó muy contento porque se logró algo que parecía imposible. Y por todo esto terminé más satisfecho de lo que había terminado mi primer Mundial”, remarcó el deportista que entrena dos veces por semana en el club Temperley.

En esta experiencia, además, Bruno encontró aspectos que lo sorprendieron y lo marcarán a futuro. “La verdad es que fue un torneo muy exigente, más de lo que esperaba, con rivales que crecieron muchísimo, y que tenían una preparación que me sorprendió realmente. Y entre ellos, al que más observé fue Irán. Su plan de trabajo, basado en la técnica y la potencia, me pareció muy bueno”, comentó.

Ahora, ya instalado nuevamente en su barrio, Bruno no se tomará descanso y centrará su mira en el Torneo Nacional de diciembre, donde buscará dos metas importantes: reafirmase como el número 1 del país y obtener la Copa Argentina. Y ponerle así el moño a una gran temporada.

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