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La fiebre por las figuritas no es sólo cosa de chicos

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Muchos lomenses de más de 30 recorren los kioscos para llenar el álbum de la Copa del Mundo y revivir así la infancia.

La fiebre mundialista se vive en todos los rincones. Desde hace unas semanas, esa pasión llegó a los kioscos, donde miles de vecinos de Lomas se acercan a comprar figuritas para llenar el álbum de la Copa del Mundo.

Pero a diferencia de lo que piensan muchos, el fenómeno acapara a grandes y a chicos. Gonzalo Sartor tiene 32 años y un deseo: volver a llenar el álbum como en el Mundial de Italia ‘90.

“Tenía 8 años y todavía recuerdo cuando mi abuela fue a buscar el premio. Era una Copa del Mundo llena de caramelos. Con el de Brasil me enganché gracias a mi novia”, contó.

Si bien todavía le faltan algunas figus para llenarlo, confía en hacerlo y, por qué no, repetir la historia de hace 24 años. “Si en el ‘90 lo llené y llegamos a la final, en este Mundial tiene que pasar lo mismo”, marcó.

La alta demanda obliga a los vendedores a repetir la respuesta que nadie quiere escuchar: “No hay más paquetes. Volvé en unos días”. “Vienen muchas personas a comprar y se llevan varios paquetes en el momento, incluso de a 10.

No está bueno decirles que esperen y regresen otro día, pero a veces nos quedamos sin stock”, cuenta Federico Granados, encargado de un kiosco de Temperley. Gustavo Loupias es otro de los vecinos “mayores” que se sumaron al fenómeno.

“Las más difíciles fueron las de Messi y Ronaldo. Yo las cambio con mis amigos, que también juntan”, dice orgulloso, con sus 31 años a cuestas. La edad es lo de me

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