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Fue víctima de violencia de género por años pero la Justicia la desalojó y le prohíbe ver a sus hijos

Polémico fallo en tribunales de lomas. La docente de Monte Grande Rocío Castro denuncia haber recibido maltrato, persecusión y abuso por parte de su exmarido durante dos décadas, pero este año decidió separarse y todo empeoró: fue acusada de violenta y un juez le puso una perimetral.

quotMe hostigaba todo el tiempo sacoacute resuacutemenes de mi tarjeta de creacutedito y los mandaba a toda mi familia hasta puse una camarita en la puerta de casa por miedo porque me perseguiacuteaquot

"Me hostigaba todo el tiempo, sacó resúmenes de mi tarjeta de crédito y los mandaba a toda mi familia, hasta puse una camarita en la puerta de casa por miedo, porque me perseguía".

Un grupo de vecinos, colegas y amigos de Rocío Castro salió en defensa de esta docente de Monte Grande, que según denunció fue víctima durante 20 años de violencia de género por parte de su exmarido, pero ahora la Justicia falló en su contra: le prohibieron acercarse a sus hijos y la desalojaron de su casa.

“Mi exmarido durante 20 años fue violento conmigo física y psicológicamente. Me costó mucho tiempo poder salir de esto y hablar. Recién hace tres años pude decir mi primer NO. Siempre accedía a sus pedidos de perdón”, cuenta Rocío, mamá de dos chicos de 11 y 13 años.

El nivel de violencia que sufría esta maestra era tal que hasta tuvo que abandonar su casa: “Hace dos años tuve que irme de mi propia casa, por la que estoy pagando un crédito hipotecario. Me fui a alquilar un departamento”.

Rocío es muy querida en la comunidad educativa echeverriana. Se desempeña como vicedirectora en la Secundaria N°5 y como secretaria en la Secundaria N°16. Y algunos de sus vínculos más cercanos pudieron visualizar algo de la situación: ella estaba inmersa en un círculo de violencia doméstica, accediendo a los pedidos de su pareja “pensando que iba a cambiar cuando me pedía perdón”.

Finalmente, en abril, logró separarse. Pero la persecución no dio tregua. “Seguí sufriendo amenazas de muerte, me hostigaba todo el tiempo, sacó resúmenes de mi tarjeta de crédito y los mandaba a toda mi familia, hasta puse una camarita en la puerta de casa por miedo, porque me perseguía”, cuenta.

El 27 de agosto, según narra la maestra, su ex fue aún más allá, y una noche entró a su departamento: “Me amenazó de muerte, me golpeó, me manoseó, me tiró todas las cosas y ese día pedí auxilio”.

Entonces Rocío hizo la denuncia de divorcio por violencia en el juzgado de Familia N°6 de Tribunales de Lomas de Zamora, a cargo del juez Enrique Quiroga, y logró la perimetral

Pero lejos de lograr paz, en octubre llegaría la venganza de su exmarido por medio de una denuncia, acusándola de violenta. “Cada vez que se llevaba a los chicos volvían muy agresivos, enojados, los manipulaba e hizo que el más grande me acusara de violenta”. “En el expediente pusieron cosas tremendas, que le pateé la cabeza a mi hijo, que lo tiré contra una mesa, un placard, que lo amenacé con un cuchillo, todo tipo de barbaridades”.

Accediendo a esta denuncia, el juez Quiroga dictaminó que Rocío no podría tener contacto con sus hijos por tres meses: “Estableció que era altamente violenta, y puso una restricción perimetral, y ahora no puedo verlos ni hablar con ellos, y también dictaminó el desalojo de mi casa”.

“Hizo un recorte de la realidad y se basó puntualmente en un hecho y no miró nada de mi expediente ni de mis denuncias de 20 años. Se basó en las mentiras”.

LE QUITARON TODO. El viernes último Rocío preparaba todo para agasajar a su pequeño de 11 que egresaba de la primaria: le había comprado ropa y alquiló un salón para la fiesta. “Esa noche mis hijos estuvieron conmigo diciendo que me aman”. Pero al otro día, a las 9 de la mañana era desalojada de su hogar, mientras su exmarido, miraba la escena detrás de los jueces:“Él filmaba con el celular y se reía”.

Ahora, junto a su abogada pide la restitución de los chicos y presentó una denuncia penal y un pedido de cámara gesell. Además, impulsa la revocación de la causa. “Dictaminaron todo esto sin pruebas, con una simple denuncia”, cuenta, indignada.

Por estas horas, Rocío vive junto a la familia de su hermano y la mayoría de sus pertenencias quedaron en su casa. “Sólo me dejaron llevar una valijita y lo puesto. Todas mis cosas están en mi hogar. Me dejaron sin nada”.

“Pido que me apoyen y se escuche. Somos miles las mujeres que vivimos violentadas y no somos escuchadas”, cierra.

Desde el grupo de Facebook Justicia por Rocío Cecilia Castro, vecinos, amigos y colegas buscan justi