En Banfield esperan las bajas para ir por refuerzos
SUPERLIGA. Al menos un decena de jugadores dejarán el plantel. Algunos serán negociables y a otros les rescindirán sus contratos. Hernán Crespo necesita jerarquía para potenciar a los jóvenes.
El técnico de Banfield, Hernán Crespo, ya les comunicó a los dirigentes la cantidad de refuerzos que necesita. Y si bien no hay nombres oficiales, los rumores van ganando terreno.
Pero, antes que eso, es preciso determinar la cantidad de futbolistas que se van a ir en búsqueda de nuevos horizontes. Por eso, la idea de los popes banfileños es negociar a dos arqueros: Mauricio Arboleda y Facundo Altamirano. En el caso del primero, podría darse una venta, por lo que ingresaría plata fresca al club. En tanto, al oriundo de Rojas buscarían cederlo a préstamo. En ese sentido, traerán un guardameta para pelear el puesto con Facundo Cambeses, el elegido en las últimas tres fechas de la Superliga (Godoy Cruz, Boca y Newell's) y los dos partidos de la Copa de la Superliga (Estudiantes de La Plata).
Otro jugador a negociar es el lateral izquierdo Adrián Spörle, de quién se viene hablando desde hace un tiempo. Además, es factible que Renato Civelli quede libre y se marche a Colón de Santa Fe, club con el que se dice ya tiene casi todo arreglado de palabra.
Rodrigo Tapia, Reinaldo Lenis y Marcelo Torres no seguirán. Todos llegaron a préstamo y deberán sentarse a rescindir sus contratos. El defensor jugó poco y nada, el colombiano no rindió lo esperado y el Chelo, a pesar de haber sido el goleador en los amistosos durante la última pretemporada, no estuvo en la consideración del DT.
Y entre los volantes, Adrián Calello fue otro que jugó mucho con Julio Falcioni y nada con Crespo. Lesión al margen, no fue del gusto del entrenador. El Mosquito Nicolás Silva tuvo chances, pero no conformó, mientras que Emanuel Cecchini debe volver a Málaga, dueño de su pase. El volante no tuvo continuidad en España, tampoco en el León de México y en el Taladro logró volver a sentirse como antes de emigrar, pero al deseo de quedarse se le suma un impedimento importante que radica en la parte económica.