BUENA CONCURRENCIA El recorrido, organizado por la familia Únales y varios vecinos, fue un éxito: cientos de familias disfrutaron de la visita de los magos de Oriente.
Una noche mágica se vivió ayer (y se extendió hasta hoy a la madrugada) por las calles de Lomas Este y Banfield debido a la caravana de Reyes Magos organizada por la familia Únales y un grupo de vecinos, quienes repartieron golosinas y sonrisas para alegrar a cientos de chicos y chicas. Emoción pura luego de una obra de servicio hecha de corazón.
El recorrido comenzó aproximadamente a las 18, cuando los Reyes Magos emprendieron el viaje en una unidad que puso a disposición los Bomberos Voluntarios de Lomas para visitar las 16 paradas que ya estaban previstas, distribuidas por Lomas Este y Banfield.
Marcela Únales, quien junto a sus cuatro hermanos y su madre continúan con el legado que dejó su padre al crear la caravana, dialogó con el Diario La Unión y se mostró sumamente orgullosa y satisfecha por el trabajo solidario realizado
"La emoción apareció desde el primer momento, cuando arrancó la caravana. En ese momento pensé en mi papá, que es el cuarto Rey Mago y nos guía desde el cielo", reveló Marcela, visiblemente sensible, al recordar a su padre, que en la década del '80 se le ocurrió idear el recorrido por el barrio.
La emoción apareció desde el primer momento, cuando arrancó la caravana. En ese momento pensé en mi papá, que es el cuarto Rey Mago y nos guía desde el cielo.
A lo largo de la caravana, los Reyes Magos lograron resguardar la inocencia de cada infante que, con alegría y timidez, se acercaban a recibir los saludos y las golosinas. Uno de los momentos más emotivos de la jornada fue, sin duda, la visita a los distintos hogares en los que se encuentran niños y niñas de la zona. "Ver las distintas realidades económicas y sociales, en donde te das cuenta que a muchos les falta tanto, golpe fuerte", señaló.
A lo largo de la caravana, los Reyes Magos lograron resguardar la inocencia de cada infante que, con alegría y timidez, se acercaban a recibir los saludos y las golosinas.
"Todo salió hermoso, fue una noche linda que pudo lograrse gracias al granito de arena que aportaron todas las personas involucradas, vecinos de buen corazón que tienen la intención de ayudar sin pedir nada a cambio. El mejor regalo que recibimos es ver las caras de los chicos y eso es algo que quedará en nuestra memoria para siempre: otro año más cumplimos la misión", cerró Únales.