ORGULLO LOMENSE María Marta Romano es enfermera hace 30 años y eligió la carrera por el trato humano con los pacientes. Hoy demuestra todo su conocimiento en el Gandulfo.
Como cada 21 de noviembre se celebra en nuestro país el Día de la Enfermería ya que, en 1935, se fundó la Federación de Asociaciones de Profesionales Católicos de Enfermería, quien nombra como patrona a la Virgen de los Remedios. En Lomas, más específicamente en el Hospital Gandulfo, la enfermera María Marta Romano lleva a cabo su labor con gran amor: en una charla con La Unión dio detalles de su trabajo, el trato con los pacientes y el hecho de darlo todo por un "gracias".
María Marta es una apasionada de la salud y comenzó a involucrarse en el mundo de la enfermería gracias a la Cruz Roja. Allí descubrió su verdadera vocación y, una vez egresada, decidió seguir estudiando al punto de que pudo recibirse como licenciada en enfermería en la Universidad Abierta Interamericana, hace ya más de tres décadas.
"La época de estudio fue muy sacrificada. Me la pasaba días sin dormir ya que, además de la carrera, ya trabajaba en el Hospital Gandulfo, espacio en el que estoy hace más de 20 años y es una parte muy importante de mi vida", contó quien también es técnica radióloga, técnica en hemodiálisis y docente.
Lo cierto es que María Marta pasó por todos los servicios del Gandulfo, por lo que a lo largo del tiempo adquirió una amplia experiencia laboral. "Me conozco absolutamente cada rincón de este hospital lomense", dijo Romano, que ahora ocupa el cargo de coordinadora de enfermería de las residencias (en neonatología y en cuidados críticos del adulto).
María Marta pasó por todos los servicios del Gandulfo, por lo que a lo largo del tiempo adquirió una amplia experiencia laboral.
"El trato humano fue uno de los motivos por lo que decidí transitar este camino como un estilo de vida. Cuando a uno lo conmueve el que tiene al lado, lo que desea es aliviarlo, ya sea con conocimientos o con simples palabras", expresó, dejando en claro que el trato con el paciente es fundamental para que la persona pueda transitar su estadía en el hospital de la mejor manera posible, aunque "es clave saber diferenciar la profesión de lo personal para que no nos afecte tanto la situación del paciente".
El trato humano fue uno de los motivos por lo que decidí transitar este camino como un estilo de vida. Cuando a uno lo conmueve el que tiene al lado, lo que desea es aliviarlo, ya sea con conocimientos o con simples palabras.
Al ser consultada sobre su labor diaria y su diferenciación entre su vida laboral y privada, Romano fue sincera y admitió que esa línea divisoria es difusa ya que sigue ejerciendo su rol incluso fuera de su horario de trabajo: "Uno siempre está ejerciendo el rol de enfermera, ya sea planificando para el siguiente día o mismo estando en contacto con algunos pacientes. Pero todo es ameno ya que hay un gran equipo de médicos y unos excelentes compañeros".
"No hay regalo más grande para nosotros, los enfermeros, que un gracias de un paciente. Como profesionales tenemos que seguir perfeccionándonos, investigando y aprendiendo para realizar nuestra labor de la mejor manera posible", concluyó.